Desde el sábado 4 el volcán Puyehue, en Chile, ha entrado en erupción y su columna de humo fue esparciéndose de acuerdo a los vientos. Por este motivo, tanto el Aeropuerto Carrasco, como los dos aeropuertos de Buenos Aires, han suspendido todos sus vuelos, tanto internos como externos. En Santiago se cancelaron 16 vuelos y diez en Brasil.
El jefe de Operativos del Aeropuerto de Carrasco, Nelson Rosano, dijo a 180 que se espera que para esta noche algunas aerolíneas vuelvan a la actividad. Explicó que cada compañía aérea seguirá las órdenes de su casa matriz, y que la compañía Iberia ya previó que su vuelo Madrid-Montevideo arribe esta noche.
La Dirección Nacional de Meteorología está estudiando el fenómeno en la sede de Estudios Climáticos de Buenos Aires. Por el momento, se espera para ver cómo evoluciona la nube volcánica, que se desplaza en más de 1.500 kilómetros, y depende de los vientos.
El vicepresidente de la Sociedad Argentina de Aviación, José María Vaca, explicó que "se está actuando como prevención, se suspenden los vuelos porque la ceniza puede afectar a las máquinas".
"La nube de cenizas se desplaza dentro de las predicciones a una altura que ronda los 12.000 metros de altura en dirección sudoeste-noreste", dijo la secretaría de Transporte argentina en un comunicado.
Bariloche (1.600 km al sudoeste), el mayor destino turístico de extranjeros de Argentina y ubicada a unos 100 km en línea recta al volcán, había quedado este martes sin energía eléctrica y el servicio de agua estaba afectado luego de que sus calles quedaron tapadas de cenizas el fin de semana, constató un periodista de la AFP.
Unas 4.000 personas fueron evacuadas de poblaciones chilenas próximas al volcán ubicado cerca de la frontera andina con Argentina, en el sur de ambos territorios.
La actividad en el volcán Puyehue tendía a una leve disminución este martes, pero intensas lluvias en las últimas horas en la región hacían temer, según las autoridades, la ocurrencia de avalanchas que arrastren el material expulsado por el macizo de 2.240 m de altitud, que había erupcionado por última vez en 1960.