La justicia china condenó a la pena capital firme a dos hombres, mientras un tercero recibió una pena de muerte en suspenso, lo que generalmente significa la sustitución por cadena perpetua, informó la agencia de noticias oficial China Nueva.
Tian Wenhua, responsable del escándalo y ex directora de Sanlu -principal empresa productora implicada en el caso-, fue condenada a cadena perpetua por el tribunal de Shijiazhuang, en la provincia de Hebei (norte) donde se encuentra la sede de la empresa.
Tian, de 66 años y miembro del Partido Comunista Chino, fue acusada de haber producido y vendido productos "falsos y de calidad inferior", delito pasible de cadena perpetua, pero no de pena de muerte.
Sus colegas de Sanlu recibieron penas de entre 5 y 15 años de prisión. El tribunal también condenó a la compañía a pagar una multa de 50 millones de yuanes (7,3 millones de dólares).
Otras dos personas más fueron condenadas a cadena perpetua, precisó China Nueva.
En total, 21 personas comparecieron ante la justicia en las últimas semanas por su implicación en la fabricación o la venta de la leche contaminada, que el año pasado mató a seis niños y causó problemas renales a cerca de 300.000.
Tras el anuncio de los veredictos, el Gobierno afirmó estar haciendo grandes esfuerzos no sólo para mejorar su industria láctea sino todos sus productos alimentarios.
"China está tratando con firmeza el caso de Sanlu ante la ley. Tras el estallido del problema, el Gobierno chino reforzó las reglas y las regulaciones y tomó innumerables medidas para controlar la seguridad alimentaria", declaró a los periodistas la portavoz del ministro de Relaciones Exteriores, Jiang Yu.
Además de matar o enfermar a los bebé en China, el escándalo provocó la retirada de los productos lácteos chinos contaminados de los comercios de todo el mundo.
Este escándalo se sumó a una larga lista de otros productos fabricados en China que en los últimos años tuvieron que ser retirados de los comercios en el mundo por problemas de seguridad: desde cosméticos con componentes cancerígenos hasta medicamentos con anticongelante para coches, pasando por juguetes con pintura tóxica de plomo.
Pese a que el Gobierno chino quiso que estos veredictos fueran la muestra de sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los alimentos chinos, las familias de las víctimas acusaron a las autoridades de convertir los juicios en un espectáculo.
"Recibieron el castigo que se merecían, pero lamento todo este asunto", declaró a AFP Liu Donglin, padre de uno de los niños enfermos.
"Creo que son chivos expiatorios. La asociación de productores de leche y las personas a cargo de la comprobación de la leche también deberían ser castigadas", agregó.
Los dos hombres condenados a muerte fueron declarados culpables de poner en peligro la seguridad pública al agregar un producto tóxico a la leche y luego comercializarla.
La melamina es un componente químico industrial, normalmente utilizado en la fabricación de plásticos, que se añadió a la leche para simular un mayor contenido en proteínas y disimular así que había sido cortada con agua.