Papagayo azul: sello y portal exclusivo para niños

Papagayo azul es un sello discográfico. Además es un espacio para los músicos abocados a la canción infantil. También es una organización que hace espectáculos para niños y son los responsables del nuevo portal exclusivo para las canciones de los más chicos, Butiá. Papagayo azul es todo esto y más.

Actualizado: 02 de julio de 2011 —  Por: Camila de los Santos

Papagayo azul: sello y portal exclusivo para niños

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Sus directores, Julio Brum y Fernando Yáñez, explicaron a 180 todo lo que vienen desarrollando desde 2005 en pro de la canción infantil uruguaya.

Papagayo Azul está integrado por personas dedicadas a la música infantil fundamentalmente recostada en los aspectos educativos y en la trasmisión de valores “no tanto a nivel mercado, sino en una cosa más de generar insumos para la docencia considerando que el arte es una forma de apropiación del conocimiento”, explicó Brum.

Según los responsables de esta iniciativa, la estrategia responde de la siguiente forma. “Si vos haces un espectáculo y lo pones en cartelera ¿quién lleva a los niños? Los padres, gente con determinado poder adquisitivo y determinado nivel cultural. Eso hace que el 80% de los niños queden por fuera de esa estrategia. Entonces si vos te recostás en los colegios, y logras que las escuelas públicas y privadas lleven a los niños a los espectáculos, te estás salteando a la familia".

Según Brum, el funcionamiento de su colectivo con espectáculos para las escuelas busca universalizar el acceso. Entre 30.000 y 40.000 niños asisten cada año a la Sala Zitarrosa o al teatro Florencio Sánchez a ver los shows de Papagayo.

Uno de los desafíos más grandes del proyecto es que la gente se asocie y ayude así “a una maquinita infinita de hacer música infantil”. Se pueden asociar tanto personas como instituciones educativas mediante un pago mensual de 150 pesos o anual de 1.200 pesos. Esta cuota establece que los socios recibirán un disco cada tres meses editado por Papagayo. También podrán asistir a los espectáculos de todos los domingos en la Sala Zitarrosa de forma gratuita.

Sobre la poca difusión de la música infantil nacional, Yáñez dijo que los discos de Papagayo “se equiparan, en ventas, con el resto de la oferta 'para adultos'. Sin embargo, nadie difunde nuestras noticias. Corremos por un carril totalmente underground. Nos difunden los maestros y los padres que se preocupan de qué es lo que escuchan sus hijos”.

El panorama actual parece ser amplio en cuanto a la oferta en nuestro país. Pero aún así, muchos padres y niños desconocen que existe. “Hay determinados sectores que solo acceden a una cosa. Es tan negativo que un niño solo pueda escuchar Mozart como que solo pueda escuchar cumbia villera”, afirmó Yáñez.

Ambos coincidieron en que a los uruguayos les cuesta valorar los productos nacionales “como este vive al lado de casa...”. Sin embargo, regionalmente, la canción infantil uruguaya está bien posicionada. En el Movimiento de la Canción Infantil Latinoamericana y Caribeña, “Uruguay tiene un peso político y estético infernal”, aseguró Yáñez a la vez que recordó que en el encuentro en Chile de este movimiento, la organización decidió homenajear a Susana Bosch regalándole todos los discos de vinilo de Canciones para no dormir la siesta “¡que ni ella los tenía!”.

Para Brum, el Estado debería buscar interlocutores que se validen en la práctica. “Por ejemplo, el Estado toma acciones con los espectáculos, pensemos en el Bicentenario. Hay muchísimos espectáculos pero ninguna política de shows para la infancia en toda esa movida, cuando en Uruguay la tercera parte de la población son niños y se supone que el Bicentenario entre otras cosas, está dirigido a educar”.

Además, este colectivo fundó Butiá, un portal exclusivo para la música infantil latinoamericana. La web alberga una tienda electrónica, un canal de TV on line y una serie de contenidos para descargar, algunos de ellos de forma gratuita.

En Butiá están todos los músicos infantiles nacionales, incluidos los de Papagayo. Brum y Yáñez destacaron lo valioso de esta herramienta que permite que los discos de nuestro país lleguen a cualquier parte del mundo a través de la venta on line.

Por estos meses, el papagayo añil está concentrado en un nuevo desafío: llenar las computadoras XO del Plan Ceibal de música infantil. “Todos los niños que van a la escuela pública podrán acceder a un catálogo de música. Esto tienen que ver con recuperar la historia sonora del país, como lo que se escuchaba hace 20 o 30 años que los niños de hoy no tienen ni idea. No es para que vayan para atrás, pero sí para poder ir para adelante tienen que conocer de dónde se viene”.

Hoy en día, la propuesta de Papagayo desarrolla tres líneas de trabajo: talleres, espectáculos y edición de discos.

Los talleres son espacios de formación docente que tratan de “generar instancias de apoyo a los maestros para que puedan aplicar la música y la canción infantil como eje del trabajo”.

“Lo de editar discos, nosotros lo vimos como una necesidad de que los músicos no recibían apoyo de parte de los sellos porque no es negocio. En el año 2000, salvo excepciones de la época de Canciones para no dormir la siesta, había muy poca producción de discos para niños. Incluso los que hacíamos música infantil siempre estábamos dependiendo de las políticas macro de los sellos. La prueba es que el sello Papagayo en ocho años sacó ya 21 discos. Eso es impensable en cualquier otro sello”, explicó Yáñez.