Este año los organismos de la Naciones Unidas además de proclamar el año internacional de la química y de los bosques, también decidieron que se celebre el año del murciélago. El objetivo es que la población mundial tome conciencia de la importancia de estos animales.
Enrique González, integrante del Grupo de Investigación y Conservación de los Murciélagos en Uruguay, dijo a 180 que con el fin de popularizar la cultura científica, el Grupo de Investigación organizó para estas vacaciones de julio, una muestra en el Planetario municipal donde se podrá, entre otras cosas, sentir y escuchar cómo los murciélagos a través de unas orejas gigantes que amplifican el sonido.
En nuestro país hay 23 especies distintas de estos animales, 20 comen frutas y tres se alimentan de insectos.
Según el experto, en Montevideo hay muchos murciélagos. Suelen encontrarse en los cajones de las cortinas, en los techos de zinc o en los de paja.
Sobre si estos pequeños voladores atacan, González dijo que hay distintos escenarios. Uno es la selva tropical brasileña donde los pobladores suelen dormir en cabañas sin ventanas ni protección de vidrio. En estas situaciones, los seres humanos pueden ser atacados por los murciélagos.
En Uruguay no se conoce ningún caso de ataque a las personas que duermen a la intemperie, pero González señaló que es importante saber que los vampiros trasmiten algunas enfermedades a los humanos. “Solo eso los hace peligrosos epidemiológicamente, porque comparten la Rabia”.
El murciélago vampiro es el que muerde seres humanos y animales y se encuentra mayoritariamente en las zonas tropicales. Se los puede ver en la región comprendida entre la frontera norte de México con Estados Unidos hasta Uruguay y Argentina. Tal como en las películas, estos animales se alimentan de la sangre, como los mosquitos y las sanguijuelas. “Alimentarse de sangre es un solución económica y adecuada para muchos organismos de la naturaleza. El vampiro se alimenta de sangre pero no succionándola, sino lamiéndola. Con sus dientes muy filosos hace un agujero en la piel de la víctima”, explicó el profesional.
Al día de hoy, en Montevideo se los puede encontrar en el Hospital Vilardebó, en Cárcel Central y en el Complejo de viviendas Zapicán, entre otros lugares, como las ventanas de casas y apartamentos antiguos de Pocitos, Carrasco o Ciudad Vieja, dijo González.
Los controles en nuestro país comenzaron en 2007 cuando hubo un brote de Rabia en Rivera. “Que se hagan controles no significa que ese control sea ejecutado con criterios ecológicos y técnicos, sino que es un control que se basa en la aniquilación de colonias mediante venenos”, señaló.
Por otro lado, la ley de Fauna los protege desde hace 60 años prohíbiendo la captura, tenencia, comercialización o transporte de cualquier animal autóctono.
González afirmó que son especies perseguidas en nuestro país, donde varias personas al año contratan servicios de exterminación de plagas para que los elimine.
“Es un animal que no está valorado. Se cree que es un bicho inmundo de las tinieblas, chupa sangre, se lo asocia con Drácula… hay muchos prejuicios”, afirmó el profesional que resaltó la discriminación que se hace con estos seres vivos por ser potenciales transmisores de Rabia al igual que los perros, quienes gozan de mayor simpatía en la sociedad.
“Científicamente hay que manejar este tema con cautela. Los murciélagos no está libres de toda culpa pero hay que tener cautela ecológica porque tampoco tienen que sufrir las consecuencias porque son muy importantes para el control de insectos y la polinización, entre otros”.
Por las vacaciones de julio, el Grupo de Investigación mudó al planetario una colección con las 23 especies autóctonas. Además, con la ayuda de unas “orejas gigantes”, los visitantes podrán oír tal cual lo hace un murciélago. Este próximo viernes 8, los responsables de investigar a estos animales, darán un taller a las 15 horas para informar y aprender un poco más.