El tema comercial volvió a colarse esta semana en una agenda que hasta ahora abarcaba el transporte fluvial y marítimo, la energía, la ciencia y tecnología, la seguridad y la migración.
"El agregado de trabas o requisitos para que alguien importe conspira contra el comercio entre los dos países", dijo el viernes el ministro de Industria, Roberto Kreimerman.
El jerarca destacó no obstante que el gobierno volverá a apelar a una estrategia de negociación con Argentina, socio del país en el Mercosur y tercer destino de las exportaciones uruguayas, detrás de Brasil y China.
La nueva limitación a las importaciones por parte de Argentina que preocupa a los exportadores uruguayos es una disposición no escrita denominada "uno a uno" que exige a las empresas importadoras exportar por el mismo monto que compran en el exterior, explicó Washington Burghi, presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU).
Según Burghi, en Uruguay las más afectadas son las pequeñas y medianas empresas, sobre todo en los sectores madera, vidrio y loza sanitaria.
Los industriales ya habían manifestado su malestar a inicios de año, cuando Argentina decidió ampliar el sistema de Licencias no automáticas para la regulación de importaciones, sin eximir a sus socios del Mercosur y con el objetivo declarado de que el mercado interno no quede librado a la competencia desleal.
Tras un acuerdo entre los dos vecinos, "se venía con bastante cumplimiento de las fechas" de las licencias, aseguró Kreimerman.
Pero "con este tema de pedir que se compensen exportaciones con importaciones, el mecanismo que teníamos entre los ministerios (de Industria de los dos países) disminuye su potencia", indicó.
"Entonces queremos restablecer mecanismos para toda la cadena de decisión de las importaciones argentinas. Es el conjunto de medidas el que nos preocupa pero como hemos hallado paliativos en su momento, diferenciales con el resto del mundo, vamos en busca de esos paliativos diferenciales", aseguró el ministro.
Para Burghi, en cambio, la situación "nunca ha cambiado sustancialmente". "Cuando el presidente va, las cosas se arreglan por 20 o 30 días y después volvemos a lo mismo", aseguró a AFP.
La balanza comercial entre los dos países es favorable a Argentina: en el primer semestre del año Uruguay exportó a Argentina productos por 278 millones de dólares, lo que representó un alza de 17,9% respecto al año anterior y un 7% del total de las ventas al exterior, según datos del instituto Uruguay XXI.
A su vez, Argentina fue el principal origen de las importaciones: las compras en ese país ascendieron a 889 millones de dólares, un 22,3% del total y en alza de 43,8% respecto a 2010.
(En base a AFP)