Islandia: primer jefe de Estado abiertamente homosexual

La formación de un gobierno islandés de transición luego de la crisis política desatada por la crisis económica llevó al nombramiento de Johanna Sigurdardottir, la política más popular del país, casada desde 2002 con una periodista y dramaturga.

Actualizado: 29 de enero de 2009 —  Por: Ricardo Leiva

Islandia: primer jefe de Estado abiertamente homosexual

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Johanna sustituirá en el cargo hasta las elecciones de mayo al ex primer ministro Geir Haarde, que renunció el lunes después de fuertes protestas que sacudieron al país que quedó en bancarrota por la crisis económica.

Tiene 66 años, trabajó como azafata en una aerolínea local y fue ministra de Asuntos Sociales del país durante ocho años entre la década del ochenta y el noventa. Tiene dos hijos pero desde hace siete años vive con la periodista y dramaturga Jonina Leosdottir.

La Asociación Internacional de Gays y Lesbianas en Europa ya confirmó que se trata del primer caso de un primer ministro abiertamente homosexual. No se descarta que haya casos anteriores de jefes de Estado homosexuales, pero si que ninguno hizo pública su orientación.

La nueva primera ministra es originaria de Reykiavik, la capital islandesa y se graduó en el Colegio de Comercio de Islandia antes de trabajar de azafata. Actualmente es miembro del Comité de Industria y del Comité de Asuntos Exteriores del gobierno islandés.

Consultado por El País de Madrid, Juris Lavrikovs, de la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas en Europa dijo: "Nosotros creemos que la sexualidad no es importante a la hora de elegir a una persona para un cargo, los méritos profesionales y la educación deberían primar sobre otras cuestiones (…) Ahora bien, tiene un alto valor simbólico que la sociedad islandesa haya superado prejuicios y haya podido nombrar a una Primera Ministra sin importar su orientación sexual, sino sus aptitudes".

La crisis económica actual impactó fuertemente en Islandia. Hizo colapsar su moneda nacional y su sistema bancario hasta el punto de dejar al país en bancarrota. En noviembre el Fondo Monetario Internacional aprobó un préstamo de 2.100 millones de dólares para Islandia para ayudarla a salir de la crisis que al comienzo de la semana se devoró al primer ministro.