Gandini: Arana, Muñoz y Rosselli “no pueden decir que no sabían”

El diputado nacionalista Jorge Gandini afirmó que Mariano Arana, María Julia Muñoz y Alberto Rosselli “no pueden decir que no sabían” lo que hacía Juan Carlos Bengoa en los casinos municipales. “Me parece que hay clara responsabilidad, independientemente de la Bengoa, de otras decisiones y resoluciones que se tomaron por encima de él que involucran a las autoridades de la Intendencia”, afirmó.

Actualizado: 31 de agosto de 2011 —  Por: Redacción 180

Gandini: Arana, Muñoz y Rosselli “no pueden decir que no sabían”

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Gandini fue uno de los legisladores de la oposición que trabajó en el tema de las denuncias por irregularidades de la gestión de Juan Carlos Bengoa al frente de los casinos municipales, entre 2000 y 2005. En 2007 interpeló al entonces ministro de Economía, Danilo Astori, mientras Bengoa era director nacional de Casinos.

Para el legislador “Bengoa no fue una persona que pasó al lado de la caja y se llevó algo. Bengoa montó un sistema”, dijo. Recordó que “en la primera administración de Arana los casinos eran manejados por otra gente y la forma de gestionarlos era a través de adquisición de las máquinas de slots por leasing. Las máquinas se pagaban solas en tres o nueve meses. Eso daba 10 millones de dólares de ganancia en los cinco años. Llega Bengoa y cambia el sistema. Lo transforma y en vez de comprarlas –declara desierta una licitación- empieza con el arrendamiento. Contrata como cargos de confianza a amigos y monta empresas con sus parientes que son las que arriendan las máquinas. Esas máquinas son de empresas que ganan mucho dinero a costa de que lo pierde la Intendencia de Montevideo”, describió.

Gandini sostuvo que “Arana sabía. Nosotros presentamos documentación que demuestra que Arana participó de esa negociación. Hay decretos firmados por Arana y María Julia Muñoz”.

Incluso la participación de Arana fue directa, según el diputado blanco. “En la adjudicación de un casino al Hotel Oceanía el negocio fue de tal magnitud que cada año el particular dueño de ese hotel ganaba entre 300 y 350.000 dólares. Tenía un piso asegurado aunque no entrara una sola persona a jugar de 250.000 dólares de ganancia. Ganaba más que eso y la Intendencia en esos años perdía entre un millón y 1.300.000 dólares. Son datos de la auditoría de la propia auditoría de la Intendencia. Esa fue la base del negocio que hizo Arana, no Bengoa”, dijo Gandini.

“Me parece que hay clara responsabilidad, independientemente de la Bengoa, de otras decisiones y resoluciones que se tomaron por encima de él que involucran a las autoridades de la Intendencia. No pueden decir que no sabían porque cada año perdían entre dos y tres millones de dólares y volvían a insistir con el método del arrendamiento y se insistía con los procedimientos de adjudicar porcentajes que en algunos casos superaban el 100%. Por cada 100 pesos que se jugaban en el Hotel Oceanía la Intendencia pagaba 104. Cuanto más se jugaba, más se perdía”, agregó.

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