Por Thalif Deen, de IPS
Asumió el poder luego de una grave crisis financiera que llevó a Islandia al borde de la bancarrota. No obstante, pudo sobrellevar la tormenta. El colapso de tres bancos comerciales fue calificado de "el mayor desastre sufrido por cualquier país en la historia económica".
La moneda nacional, la corona, cayó más de 35 por ciento respecto del euro.
El lunes, el exprimer ministro Geir Haarde enfrentó el comienzo de un juicio en su contra, acusado de negligencia ante la crisis, por haber supuestamente desoído las advertencias que recibió de sus ministros. Podría ser condenado a hasta dos años de cárcel.
Pero la actual primera ministra, de 68 años, no solo superó los fracasos bancarios, que ocurrieron antes de que asumiera el poder, sino también la erupción volcánica de abril de 2010, que obligó al cierre de aeropuertos en toda Europa.
Islandia es uno de los países con mayor expectativa de vida: 78,8 años para los hombres y 82,6 para las mujeres, contra 75,6 y 80,8 respectivamente en Estados Unidos.
Los folletos turísticos islandeses orgullosamente destacan el paisaje increíblemente diverso de la isla, con glaciares, géiser, cataratas, campos de lava y volcanes.
Con una minúscula población de 320.000 habitantes (de los cuales 118.000 viven en la capital, Reikiavik), Islandia ha sido declarada la nación más pacífica entre 153 analizadas. En el Índice Global de Paz de 2011, elaborado por el Instituto para Economía y Paz (IEP, por sus siglas en inglés), se ubicó como la nación más pacífica del mundo.
La proporción de habitantes en prisión sigue siendo la más baja del mundo, de 55 por 100.000, tasa que permanece incambiada desde 2010.
En términos de militarización, Islandia ha sido miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desde la creación de la alianza en 1949. Pero no posee ejército, y su gasto militar en relación con el producto interno bruto es el más bajo de Europa.
La Agencia de Defensa Islandesa, formada en 2008 con un presupuesto de 20 millones de dólares, fue desarticulada en enero de 2011, y sus responsabilidades fueron transferidas a la más pequeña Guarda Costera.
En agosto pasado, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) designó a Reikiavik "ciudad de la literatura", en reconocimiento de sus esfuerzos para preservar y promover su rico patrimonio literario.