Este negocio de Ancap con estaciones argentinas se hizo durante la presidencia de Eduardo Ache, en 1998. En ese momento, la petrolera uruguaya compró más de 300 estaciones a la empresa Sol Petróleo y según explicó Gómez a 180 con el paso del tiempo vieron que eso había sido un mal negocio. “Muchas de esas estaciones estaban endeudadas, no estaban bien ubicadas y todo eso le fue generando pérdidas a la empresa”, afirmó.
Las acciones de Ancap fueron vendidas a la petrolera venezolana PDVSA en 11 millones de dólares, aunque de allí se descuentan los pasivos que le corresponden a Ancap que alcanzan la misma cifra. "Nuestra responsabilidad en las deudas cesa, sería una venta con saldo cero", expresó.
Además, Gómez explicó que a los malos resultados se sumó la política del gobierno argentino de no permitir la venta por encima de los precios internacionales. Por eso las ventas eran a precio de costo o a pérdida.
Poco a poco Ancap intentó salirse del negocio y se fueron disminuyendo la cantidad de estaciones hasta quedó una base de estaciones, que siguieron dando pérdida, de dos a tres millones de dólares mensuales.
La salida que encontró Ancap fue un acuerdo con la petrolera venezolana PDVSA, hace tres años, cuando los venezolanos adquirieron la mitad de las acciones (un 47%, el otro 47% lo tenía Ancap y el resto un consultoría).
El año pasado se firmó un acuerdo por el que PDVSA asumía un compromiso de compra de ese 47% que pertenecía a Ancap, luego de que la empresa uruguaya lo gestionara un año, o sea, hasta junio de este año. Cuando finalizó este tiempo, se tenía que cerrar el negocio con Ancap para que las estaciones pasen a ser de PDVSA y se acordó una prórroga hasta el 1 de octubre para terminar de sellar el acuerdo. PDVSA va a adquirir el 100% de las acciones.
Además, Ancap asumió el compromiso de hacerse cargo de todos los juicios que tienen con estacioneros, acreedores, hasta 2006. Gómez explicó que no son demasiados y que con el acuerdo queda claro que en los temas que aparezcan después de 2006, Ancap no tendrá nada que ver.
Este año de gestión que se le dio a PDVSA fue para que pueda tener un contacto directo con el negocio y lo lleve adelante con su gente. Según Gómez no le cambiaron mucho los números, porque el problema es del mercado argentino.