Ancap en Argentina: la historia de una pérdida de 200 millones de dólares

Este viernes, Ancap llegó a un acuerdo con Pdvsa para liberarse de sus negocios en Argentina. Una red de estaciones que nunca dieron ganancia y que desde 1998 produjeron pérdidas por más de 200 millones de dólares. Incluso si el acuerdo no se lograba esta semana, el ente uruguayo debía desembolsar inmediatamente otros 17 millones de dólares, dijo a No toquen nada el presidente de Ancap, Raúl Sendic.

Actualizado: 05 de octubre de 2011 —  Por: Redacción 180

Ancap en Argentina: la historia de una pérdida de 200 millones de dólares

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Entrevista de Joel Rosenberg y Ricardo Leiva con Raúl Sendic, en No toquen nada (Océano FM)

Joel Rosenberg: Sendic, con este acuerdo se cierra un negocio que Ancap esperaba cerrar hace muchísimos años, que tuvo una primera etapa ya de desvinculación por allá por el 2005.

Raúl Sendic: Sí, efectivamente hace 12 años que Ancap está en este negocio. En el año 2005 cuando asumimos al frente del directorio de Ancap con el gobierno de Tabaré Vázquez, una de las primeras decisiones que tuvo que tomar el directorio en la primera reunión que hizo fue transferir 11 millones de dólares para cubrir pérdidas que se habían acumulado en esa semana, y a partir de ahí prácticamente todos los meses hasta el año 2006 hubo que transferir dinero a la red para sostener esta empresa.

Una cantidad de dinero impresionante.

Importante.

En el 2005, Daniel Martínez, en ese momento al frente de Ancap, calculó unos 250 millones de dólares de pérdida.

Sí, yo creo que a lo largo de toda esta historia estamos alrededor de poco más de 200 millones de dólares. Ahora que salimos del negocio y que se terminó esta historia, pedí un informe actualizado de todo lo que costó esta empresa a Ancap a lo largo de todos estos años. En el año 2006 logramos un acuerdo que fue muy importante que fue venderle la mitad de las estaciones a Pdvsa en Argentina y desde el año 2006 se minimizaron esas pérdidas por el compromiso que asumió Pdvsa de abastecer en forma competitiva a la empresa. De todas maneras, la empresa creo que un solo semestre dio utilidades. En general, la empresa siguió una situación preocupante para nosotros.

¿Cuánto se perdía por mes o por año del 2006 hasta el 2011?

No, del año 2006 para acá no hubo mayores aportes de Ancap para sostener la operación de la empresa. Ahora sí, si no hubiéramos conseguido ese acuerdo con Pdvsa para que comprara nuestras acciones, el escenario de seguir en la empresa implicaba hacer una recomposición patrimonial de la empresa que hubiera obligado esta misma semana a transferir 17 millones de dólares a la empresa para recomponer un patrimonio de 34 millones, o sea, 17 cada uno de los socios. No estaba planteada en el directorio de Ancap seguir. Esto era una posición unánime de los directores. Si no hubiéramos logrado vender la empresa, la opción era liquidarla. Habíamos tomado la decisión de que había que asumir de una vez la liquidación de este empresa en el caso de que no tomara Pdvsa la opción de compra que estaba planteada.

¿Cuál fue la idea de inversión en 1998? ¿Qué nociones tienen ustedes, que asumieron en 2005, y en sí por qué fue el gran fracaso de esa idea de inversión?

Yo creo que en aquel momento lo que impulsó, se estaba en pleno proceso de ampliación de la refinería de La Teja, y se buscó comprar una empresa que tuviera una integración, que le diera salida a los productos de la refinería de La Teja, que permitiera la exportación de excedente de nuestra refinería para allá. La empresa no era solamente la red de estaciones de servicio, también era la petroquímica Carboclor, lo que pasa que Ancap después separó a la red de la petroquímica, y creo que fue una decisión acertada. Se dividieron los negocios, pero era un solo negocio, que era Sol Petróleo, que era dueña de una petroquímica y de la red de estaciones de servicio.

Aquí hubo dos elementos decisivos para que este fuera un mal negocio: la aparición de pasivos encubiertos que no se habían puesto a luz en el momento de la compra y eso obligó a Ancap en su momento a cubrir esos pasivos que aparecieron.

La contraparte no los había puesto a la luz.

No, no los habían puesto a la luz en medio de las concesiones y aparecieron después. Y el otro elemento fue el cambio de las condiciones de mercado argentino que hicieron que una fuerte regulación de los precios, hicieron que durante una buena parte del tiempo se compraran más caros los productos que lo que se podían vender a los estacioneros. Eso hacía que por cada litro de combustible que se vendía, en vez de tener ganancias se tuvieran pérdidas. Eso fueron los dos factores determinantes de lo que parecía al principio un buen negocio, hizo que se convierta en un verdadero desastre a lo largo de estos años. No ocurrió lo mismo con la petroquímica que ha sido una buena adquisición y un muy buen negocio a lo largo de este tiempo, de hecho estamos haciendo inversiones para fortalecer nuestra posición ahí. Pero la red de estaciones de servicio se convirtió en una pesadilla para todos nosotros.

Ustedes en la investigación que hicieron, ¿vieron algo más que un mal negocio o una mala inversión? ¿Una posibilidad de dolo en algún momento o de un acuerdo extra-comercial de lo que pasaba entre Ancap y la otra empresa?

No, no, no. Se hicieron las investigaciones. Incluso hay una opinión general de que no era una mala idea, de que no era un mal negocio, el problema es que aparecieron esos dos factores que generaron este cambio importante en las reglas de juego y de las premisas iniciales como estaba planteado el negocio.

Ricardo Leiva: ¿Pero el hecho de no detectar pasivos que saltan después no le deja cierta responsabilidad a la gente de Ancap de ese momento también?

Bueno, sí, en ese sentido sí. El mercado argentino es un mercado muy difícil y estas cosas ocurren con cierta frecuencia. Hay que tener mucho cuidado y creo que ahí hubo obviamente, yo no creo que hubo negligencia, pero la inexperiencia del mercado, de la falta de conocimiento que había del mercado en ese momento, determinó esa situación.

Joel Rosenberg: Sobre todo, supongo, será el área jurídica ahí la encargada, más que los propios directores de revisar los contratos o la forma en que se contrata.

Sí, lo que pasa que en realidad, sí, por un lado el área jurídica pero fundamentalmente las personas que estuvieron en la negociación, que no llegaron a descubrir que había una serie de pasivos que la contraparte no los había puesto…

La red de estaciones de servicio hoy en día, ¿Pdvsa las toma como un favor a Uruguay o a Pdvsa les puede servir?

No, Pdvsa tiene otras condiciones. Porque creo que es importante saber por qué Pdvsa quiere comprar la red. Pdvsa tiene otras condiciones de negociación con el gobierno argentino que no tenemos nosotros, tiene otra espalda financiera obviamente que no tenemos nosotros para sostener el negocio a una pérdida, a pesar de que ya ellos mismos tienen pérdidas acumuladas en este negocio por este periodo de tiempo en el que están en él. Y Pdvsa es uno de los proveedores más importantes que tiene Argentina a gas-oil, por lo tanto Pdvsa tiene mejores condiciones para negociar.

Para pararse en el mercado.

Para pararse e incluso para negociar condiciones de abastecimiento para esta empresa que nosotros no tenemos. Incluso francamente creo que la presencia nuestra en la empresa generaba un estorbo en esas negociaciones, y creo que a partir de ahora ellos pueden viabilizar la empresa por una mejor posición que tienen en Argentina relativa a nosotros.

Para terminar, Sendic, el costo para Pdvsa fue cero porque Ancap le debía.

Eso es así. Hace un año y pico atrás, cuando hicimos el último acuerdo de gerenciamiento, habíamos pactado entre Pdvsa y Ancap que nuestra participación en caso de la opción de compra costaba 11.800.000 dólares. En este periodo de tiempo se acumularon deudas económicas y comerciales, por compras de productos, que anda alrededor de los 34 millones de dólares. Si hubiéramos tenido que afrontar nuestra parte en esa deuda tendrías que poner 17 millones de dólares y eso, digamos, los 11 millones que valían nuestras acciones menos la parte nuestra en ese endeudamiento, llegamos a la conclusión de que teníamos prácticamente que pagar para irnos, y acordamos con Pdvsa que hacíamos la transacción por cero y que nos liberábamos de las responsabilidades con la empresa y les dejamos a ellos el camino libre para que ellos pudieran tomar las decisiones y las negociaciones con el gobierno argentino que consideraran.

Ricardo Leiva: Se ahorraron unos seis millones de dólares, más o menos, entonces.

El escenario, para que los oyentes tengan una idea, hoy lunes, porque este contrato de gerenciamiento vencía el viernes, hoy lunes teníamos dos opciones: o seguíamos adelante con la empresa, si no se hubiera firmado este acuerdo el viernes, seguíamos adelante con la empresa y teníamos que poner de primera 17 millones de dólares para recomponer el patrimonio de la empresa y cubrir esas deudas, y ver cómo seguíamos con este negocio adelante con nuestros socios. El otro escenario, el que el directorio de Ancap tenía planteado, era la liquidación de la empresa. Liquidar la empresa tenía un costo de entre 30 y 50 millones de dólares para Ancap. Esta realmente era la mejor opción que podíamos tomar y por suerte el jueves la casa matriz autorizó a Pdvsa Argentina a ejecutar la operación porque hasta ese momento no habíamos tenido la autorización de la casa matriz para que Pdvsa comprara, y estamos a mediados de la semana pasada pensando en que esta semana íbamos a tener que ir por el camino de la liquidación de la empresa, pensando que nos e iba a concretar la compra.