Premio Nobel no es sinónimo de paz para oposición en Liberia

Partidarios de la oposición inundaron las calles de la capital de Liberia en protesta contra el intento de reelección de la presidenta Ellen Johnson-Sirleaf, ganadora este año del Premio Nobel de la Paz junto a su compatriota Leymah Gbowee y a la yemení Tawakkul Karman.

Actualizado: 11 de octubre de 2011 —  Por: Redacción 180

Premio Nobel no es sinónimo de paz para oposición en Liberia

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La decisión de otorgar el premio a estas tres mujeres divulgada el viernes por el Comité Noruego del Nobel expuso la brecha existente entre el entusiasmo con que el mundo recibió la noticia de que Johnson-Sirleaf era una de ellas y las contradicciones que generó en Liberia en plena campaña electoral, que la tiene como una de las principales protagonistas.

El premio se dividirá en partes iguales entre Johnson-Sirleaf, Gbowee, activista que organizó el movimiento femenino liberiano para reclamar el fin de la guerra civil, y Karman, periodista y activista yemení que desempeñó un destacado papel en las revueltas que vivió su país este año. Johnson-Sirleaf fue la primera mujer en ocupar la jefatura de Estado en África.

El comunicado del Comité Noruego señala que Johnson-Sirleaf "contribuyó a garantizar la paz en Liberia, promover el desarrollo económico y social y fortalecer la posición de las mujeres". Pero en Liberia no todos tienen una buena opinión de la presidenta. Partidarios del opositor Congreso por un Cambio Democrático (CDC, por sus siglas en inglés) reclamaron un cambio político para las elecciones de este martes 11.

El CDC acusa a Johnson-Sirleaf de promover la guerra en el país por el apoyo económico otorgado al expresidente Charles Taylor, ahora procesado por crímenes de guerra y contra la humanidad en La Haya. Taylor orquestó un golpe de Estado en 1989 que sumió al país en una guerra civil de 14 años, con un saldo de más de 250.000 personas muertas.

En 2009, la Comisión de Verdad y Reconciliación incluyó a la presidenta en una lista de 49 dirigentes que durante 30 años no debían participar en política por sus vínculos con las bandos enfrentados.

Johnson-Sirleaf pidió disculpas al país poco después arguyendo que lo había apoyado con la esperanza de que derrocara al dictador Samuel Doe. "El gobierno que buscamos reemplazar oprimió al pueblo e instaló la guerra", señaló el candidato del CDC, Winston Tubman, en una entrevista realizada en septiembre, arguyendo los vínculos de la presidenta con Taylor.

Johnson-Sirleaf, economista formada en la estadounidense Universidad de Harvard que trabajó para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Banco Mundial, fue acusada por la oposición de cortejar favores en el concierto internacional a expensas de la población.

El premio es una prueba más de que la visión de la comunidad internacional no se ajusta a la de los liberianos, dijo Tubman por teléfono a IPS el mismo viernes en que el Comité noruego comunicó su decisión.

"Si la comunidad internacional piensa que merece el premio, entonces que miren la marcha de hoy (viernes), porque el CDC está dispuesto a sacarla del poder de forma pacífica", indicó. "Eso explica por qué los liberianos todavía deben dotarse de un tribunal para crímenes de guerra. La comunidad internacional tiene una agenda que no se ajusta a la nuestra", escribió TQ Harris, expresidenciable independiente, en un mensaje de texto difundido entre partidarios y periodistas.

Miles de seguidores del CDC participaron en la marcha del viernes, la última de la campaña, bailando, bebiendo, cantando eslóganes y agitando pancartas. "No creo que la presidenta se merezca el premio porque no pudo reconciliar al pueblo liberiano", señaló David Mzor, mientras esperaba la llegada de Tubman y de su compañero de fórmula, el conocido futbolista George Weah, al estadio Antoinette Tubman.

"Contribuyó a postergar nuestro futuro. Esa no era la forma correcta de sacar a Doe. Había otras alternativas", indicó Mzor, de 36 años. "Fue combatiente antes de ser dirigente política", coincidió Thomas Queayahn, de 19 años. "Instaló la guerra en el país", añadió el joven, quien también estaba en el estadio.

Pero los partidarios de Johnson-Sirleaf la apoyan por restaurar la paz y la estabilidad pese a los grandes obstáculos que enfrentó. "Trajo la paz a Liberia", señaló Prince Worzie, vendedor de la calle Benson mientras miraba la marcha del CDC, quien también elogió su esfuerzo para promover a las mujeres en su gobierno. "Solo eso justifica el premio", añadió.

El intento de presentarla como instigadora de la guerra es una estrategia política de la oposición que "pretende desviar la discusión", señaló John Ballout, senador del gobernante Partido de Unidad e integrante del equipo de campaña. "Sí, respaldó todas las luchas de resistencia a la dictadura", señaló. "Pero no quiere decir que apoyara el conflicto o la guerra, sino la resistencia", aseguró.

Por Robbie Corey-Boulet para IPS