A sus 60 años, este orador brillante tiene una larga carrera en el seno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), donde se ha construido pacientemente una imagen de hombre de Estado.
Su pequeña estatura y su calvicie no le impiden seducir a su público con sus ingeniosas ocurrencias y comentarios, que apoya con una penetrante mirada y una amplia sonrisa bajo una barba canosa.
Hasta el punto de ser considerado como el único capaz de limitar la augurada debacle frente al Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, que lograría el próximo domingo una victoria aplastante tras sus dos derrotas en 2004 y 2008 ante el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
"Siempre ha sido un hombre de referencia en todos los gobiernos a los que ha pertenecido. Para muchos, es el dirigente ideal para una situación como esta", consideró Antón Losada, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Santiago de Compostela.
"Dicen que le gusta estar en todo y no, es que le llaman para todo", dijo Zapatero durante la campaña electoral.
Nacido el 28 de julio de 1951 en Solares, en el norte del país, hijo de un piloto comercial, fue profesor de química en Madrid, Montpellier (Francia) y en Alemania, además de atleta.
En poco tiempo, este "sprínter" cedió a su otra pasión: la política, aunque al contrario que la mayoría de sus compañeros del exclusivo instituto madrileño "del Pilar", vivero de la derecha, eligió el PSOE en 1974, mientras agonizaba la dictadura franquista.
Con la llegada de Felipe González a la presidencia del gobierno en 1982, Rubalcaba entra al ministerio de Educación del que será titular diez años más tarde.
Pero es sobre todo como portavoz del gobierno de 1994 a 1996, cuando impresiona por su habilidad para desarmar escándalos, entre otros el de los GAL, grupos parapoliciales creados bajo la era González y responsables de varios asesinatos de miembros de ETA e independentistas vascos en los años ochenta.
Encargado del tema ETA en el PSOE, y ministro del Interior en 2006, este fino estratega gana en popularidad con los golpes a esa organización armada separatista vasca, entre ellos, la detención en 2008 de su jefe militar, Mikel Garikoitz Aspiazu, alias "Txeroki".
De repente, cuando el gobierno se derrumba en los sondeos, desacreditado por un desempleo récord, se impone como su gran activo.
Número dos de Zapatero desde octubre de 2010, es elegido candidato socialista para los comicios, tras dejar en el camino a la ministra de Defensa, Carme Chacon, que encarna al sector joven del partido.
Sus incondicionales le atribuyen el anuncio histórico de ETA, justo antes de las elecciones, del abandono definitivo de la lucha armada, pero su credibilidad sigue estancada y su discurso sobre el empleo no ayuda a aumentarla.
"La gente piensa que era el mejor de un gobierno mediocre, pero al final la mediocridad de gobierno lo ha lastrado", considera Losada.
Sus detractores lo acusan de haber hecho concesiones a los "terroristas" y ven en él a un "Maquiavelo", un "genio tenebroso" como escribió el diario de derecha El Mundo.
"Es un intrigante. Dentro mismo de su partido, triunfó matando a no pocos políticamente", sostiene José María Ridao, editorialista de El País, diario de centro izquierda.
Casado y sin hijos, aficionado al Real Madrid, no ha despejado lo que hará tras las elecciones si pierde y afirmó que se tomará un tiempo para pensarlo.