"Duch", de 66 años, compareció en una audiencia preliminar, acusado de haber dirigido el principal centro de detención y de tortura de los jemeres rojos en Phnom Penh.
"Esta primera audiencia representa la materialización de los importantes esfuerzos por crear un tribunal honesto e independiente, encargado de juzgar a los que ocuparon funciones dirigentes" en el aparato de los jemeres rojos, declaró el juez Nit Nonn, que presidía la audiencia.
Unos dos millones de personas, alrededor de un cuarto de la población, murieron bajo el régimen de Pol Pot, que impuso el terror entre 1975 y 1979, obligando a la gente a abandonar las ciudades para ir al campo, extenuando a la población con trabajos forzados y eliminando sistemáticamente a todos los "traidores a la revolución".
"Duch" dirigió el campo de Tuol Sleng, conocido también con el nombre de S-21, un centro de interrogatorios que funcionaba en un antiguo colegio secundario de Phnom Penh y donde más de 12.380 personas fueron torturadas antes de ser asesinadas en los "campos de la muerte" vecinos, en el marco de las purgas organizadas por el poder.
El ex profesor de matemáticas, convertido al cristianismo en los años 90, que será juzgado por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, llegó al tribunal vistiendo una camisa azul y con la mirada impasible se sentó ante el tribunal.
"Este es un día muy importante para mí", declaró a AFP Chum Mey, uno de los raros sobrevivientes de Tuol Sleng. "Seré testigo (en el proceso). Quiero ver a 'Duch' y preguntarle por qué me detuvo", agregó.

Al término del juicio podría ser condenado a cadena perpetua, ya que el tribunal descartó la pena de muerte. Su abogado, François Roux, estima que "Duch" ya asumió su responsabilidad y pidió perdón a las víctimas, y recordó a los jueces que su cliente ha estado detenido a la espera de juicio durante "nueve años, nueve meses y siete días", algo "inaceptable".
Otros cuatro responsables de un perfil más político del régimen de Pol Pot, este último fallecido en 1998, pasarán por el banquillo de los acusados más adelante. Tienen entre 76 y 83 años de edad, por lo que muchos camboyanos temen que se mueran antes de que se haga justicia.
El tribunal camboyano con participación internacional se implementó en medio de dificultades, en julio de 2006, tras una década de negociaciones entre la ONU y el gobierno del primer ministro Hun Sen.
El magistrado francés Marcel Lemonde, uno de los jueces de esta corte especial, consideró que los juicios a los jemeres rojos ayudarán a la reconciliación nacional y brindarán la ocasión "no sólo de pronunciarse sobre las responsabilidades individuales, sino también de organizar un debate público" sobre esta página trágica de la historia del siglo XX.