La izquierda italiana, derrotada por Silvio Berlusconi en las elecciones regionales del domingo y lunes en Cerdeña con un margen de ventaja del 10%, entró en una grave crisis y sus líderes resultan cada vez más impopulares dentro de su propio electorado.
Con un gesto dramático, el líder del opositor Partido Democrático (centro-izquierda), Walter Veltroni, presentó este martes su renuncia con el fin de evitar "la implosión" de su partido, según reconocen politólogos y editorialistas.
El candidato del partido Pueblo por la Libertad de Berlusconi (PDL, centro-derecha), Ugo Capellaci, de 48 años, arrasó con el 51,9 % de los votos, según los resultados definitivos. Su rival, el presidente saliente, Renato Soru, de 51 años, del Partido Demócrata, obtuvo sólo el 42,9%.
Las elecciones eran consideradas un verdadero sondeo para los ciudadanos de centro-izquierda, que acusan a Veltroni de conducir una oposición excesivamente "tímida" y "moderada" frente a la atrevida y arrasadora estrategia de Berlusconi.
El jefe de gobierno conservador, a quien las encuestas dan el 60% de popularidad, y que posee una inmensa mansión veraniega en la isla de Cerdeña, condujo la campaña prácticamente él mismo, pues viajó en cinco ocasiones y lideró los comicios en vez de su discípulo Capellaci, hijo de su contador local.
"Claro que vamos ganar, puse la cara", admitió sin reparos al cierre de la campaña.
La victoria indiscutible de "Il Cavaliere", apodado ahora "El caballero invencible", afecta los equilibrios del partido gubernamental y en especial los de la oposición de izquierda dividida en las corrientes socialista, católica y ex comunistas.
"Berlusconi es el dueño de Italia", sentenció el diario La Repubblica, tras admitir en un editorial que "la luna de miel entre Berluconi y los italianos no ha terminado" a casi un año de su elección en abril del 2008.
"La oposición a Berlusconi está cayendo como si fuera un dominó", subraya por su parte el influyente diario Il Corriere della Sera.
"El PD es incapaz de sentir las pulsaciones profundas de Italia", sostiene el rotativo, que teme otra derrota significativa -ha perdido cinco comicios en el último año- en las elecciones en junio para el parlamento europeo
"Existe el peligro de que millones de ciudadanos de centro-izquierda, hartos por la falta de oposición de Walter Veltroni (a quien muchos apodan, irónicamente, Walterloo), no acudan a las urnas" en junio, denunciaron en un artículo el escritor Andrea Camilleri y el intelectual Paolo Flores D'Arcais, director de la revista MicroMega
"Porque el berlusconismo no es un fenómeno degenerativo exclusivamente italiano, sino que existe el peligro de que contagie a toda Europa, y toda la democracia europea, debería tomárselo en serio. El modelo de Berlusconi no se llama Obama, se llama Putin", sostienen.
La idea de una abstención masiva de los simpatizantes de la coalición de centro-izquierda ronda desde hace meses y es motivo de debates entre su electorado.
Además de Camilleri y Flores D'Arcais, otras personalidades de la izquierda, como Michelle Serra han admitido públicamente la propia decepción y este mismo martes la actriz Sabrina Ferilli manifestó sin pelos en la lengua su rabia por un partido "sin ética", que defiende "los privilegios" de la llamada "Casta", es decir la clase política.
"Empezó la rendición de cuentas para Veltroni", dictaminó el diario de los industriales Il Sole 24Ore.