La XI Edición del Congreso tuvo lugar del 9 al 11 de mayo, y fue organizado por la ALAIC en conjunto con la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República. Participaron además la Universidad Católica del Uruguay, la Universidad ORT y la Universidad de Montevideo.
El programa de actividades, que incluyó presentaciones de trabajos de investigación, conferencias, mesas, grupos temáticos y talleres, giró en torno a tres ejes temáticos: la investigación en comunicación en América Latina: diálogos y compromisos con la sociedad, la construcción del campo comunicacional: ciencias sociales, tecnologías y diálogos transdisciplinarios, y la comunicación y el pensamiento crítico latinoamericano: interculturalidad y decolonialidad.
“Es una posibilidad única que no habíamos tenido en esta calidad y en este volumen. Hay 1200 participantes en el congreso, hay 800 trabajos que se presentan y la llegada de expertos de mucho renombre en las mesas centrales”, dijo Kaplún, quien es además representante escogido entre los socios de la ALAIC.
Los invitados extranjeros fueron Jesús Martín-Barbero (Colombia), Juan Díaz Bordenave (Paraguay), Rossana Reguillo (México), José Márques de Melo (Brasil), Valério Brittos (Brasil), Aníbal Quijano (Perú), Divina Frau Meigs (Francia), Francisco Sierra (España).
“Fue un Congreso sorprendente para la ALAIC también. Los congresos habitualmente convocan a alrededor de 500 personas, u 800 en el caso máximo. En este caso nos desbordó tanto que tuvimos que cerrar la inscripción al llegar a 1200 porque no teníamos capacidad de infraestructura para atender a tanta gente”, explicó Kaplún.
El jerarca comentó además que este evento llegó en el “momento justo” debido al proceso de mejora de la calidad académica que considera que está atravesando el campo de la Comunicación en el país, apoyado en la creación de la Facultad de Información y Comunicación que se está trabajando, en el Programa de Investigación y Posgrados que la Universidad de la República (UdelaR) aplica hace dos años y en los efuerzos en conjunto con las universidades privadas respecto a preocupaciones comunes, por ejemplo, justamente, en el área de la investigación.
El volumen mayor que el habitual que alcanzó este XI Congreso Latinoamericano de la Comunicación se debió probablemente, según Kaplún, a la cuidadosa preparación que comenzó con un año de anticipación, a las convocatorias previas, a la selección de los trabajos que se presentaron y también al escenario geográfico, dado que “Argentina y Brasil están muy cerca y son dos países con desarrollo fuerte en materia de investigación, muy especialmente Brasil: cerca del 40% de los trabajos presentados provinieron de Brasil”.
La Asociación Latinoamericana de Investigadores en Comunicación (ALAIC) tiene como misión promover el desarrollo de la investigación en comunicación en América Latina y consolidar una comunidad académica que produzca en condiciones de libertad, calidad y colaboración permanente. Desde el año 1992 lleva a cabo el Congreso Latinoamericano de la Comunicación, y este año por primera vez el evento se desarrolló y coorganizó en Uruguay, luego de que, hace dos años, el país se presentara como candidato a anfitrión.
Aunque Uruguay participó en ediciones anteriores, Kaplún contó que dicha participación siempre fue pequeña, con no más de cuatro o cinco trabajos. “En este congreso, en cambio, hubo casi medio centenar de trabajos (uruguayos)”. Agregó que aunque es más fácil presentar trabajos cuando el evento se desarrolla en el propio país, hay un “filtro importante” de las propuestas presentadas, ya que deben ser aceptadas académicamente en cuanto a calidad de investigación.
El total de trabajos propuestos fue de 1500, y fueron aceptados 900, de los cuales finalmente 800 participaron en el Congreso.
Este viernes 11 cerró esta edición del evento, y entre las actividades desarrolladas estuvo el otorgamiento del Doctorado Honoris Causa de la UdelaR al académico español-colombiano Jesús Martín Barbero.