Fernando Pérez Abella, presidente del Inac, dijo a Últimas Noticias que entendía que los carniceros estaban manipulando los precios de la carne. “Están toreando demasiado, jugando con fuego y la piola se puede romper”, agregó.
La industria dispuso el aumento del 10% en la mayoría de los cortes (menos peceto y asado) porque el precio de la hacienda subió y “la lluvia jugó a favor de los productores, que ahora retienen a sus animales buscando que engorden” para obtener mayor utilidad cuando los vendan, continuó el matutino.
La faena de animales cayó 30% después de las últimas lluvias y la industria pagó hasta 15% más a los productores. Pero el problema no es ese aumento del 10% dispuesto por la industria, sino la suba indiscriminada de precios.
La carne picada, por ejemplo, duplicó su precio. “Cuando el gobierno anunció la incorporación de carne picada congelada a las carnicerías, 'los comercios bajaron de 90 a 58 pesos el kilo' pero ahora la subieron a 108”, dijo Pérez Abella al diario.
A pesar de las diferencias, el Inac y la Asociación Nacional de Carniceros concuerdan en que la demanda de carne continúa en ascenso y que la oferta cayó, por eso los precios son presionados al alza.
El jueves por la tarde, la OPP y el Inac se reunirán para ver el conjunto de la situación y discutirla, según dijo a 180 Juan Manuel Rodríguez, asesor de la OPP. “Lo mejor es saber exactamente la evolución de algunos precios. Uno puede tener opiniones intuitivas, pero es necesario tener todos los elementos arriba de la mesa: el precio internacional de la carne, el precio al consumo y la evolución de estos precios”, explicó. Rodríguez no sabe si se tomarán medidas, lo que se tratará en la reunión será la “razonabilidad o no razonabilidad” de las acciones de los carniceros.