Mientras las máquinas cosechadoras todavía avanzan por los campos levantando nubes de polvillo, en Brasil la producción sojera bajará de 75,3 a 66,6 millones de toneladas respecto de la campaña anterior, un 11,5% menos, según la agencia gubernamental Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).
En Argentina, el volumen estimado cae de 44,5 a 40,9 millones de toneladas y la cosecha será 19% inferior a la de 2011, cuando alcanzó los 49,2 millones de toneladas, según la Bolsa de Comercio de Rosario, el mayor polo agroindustrial al norte de Buenos Aires.
Paraguay, afectado duramente por la sequía, estima una caída en los rendimientos de 47% en comparación con 2011, al bajar de 2.917 a 1.556 los kilos de la leguminosa que se obtienen por hectárea, de acuerdo a cifras del Ministerio de Agricultura.
De los estragos del clima se salvó Uruguay, donde las autoridades no hacen estimaciones, pero el consultor Eduardo Blasina dijo a la AFP que "este año la cosecha va a pasar los dos millones de toneladas, posiblemente 2.200.000, lo que es una cifra histórica".
Tras la sequía, llovió en el momento justo en Uruguay para apuntalar las cosechas.

Gustavo Izus/Jennifer Hennebert / AFP
Pero Brasil (segundo productor mundial) y Argentina (tercero), representan casi la mitad del cultivo global y "estuvieron afectados por condiciones climáticas muy secas", según el informe de mayo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).La contracara es que "la demanda es fuerte, ya que China hasta finales del año pasado estimaba que Sudamérica haría un gran aporte a la oferta mundial", dijo Manuel Alvarado Ledesma, de la Consultoría Agroeconómica de Argentina.
Las importaciones de soja por China, el mejor cliente de los sudamericanos, se proyectan al alza y sostienen los precios, según analistas del referencial mercado estadounidense de Chicago.
El precio de la tonelada de soja llegó a tocar este año los 550 dólares y se estabilizaba más abajo pero por encima de los 480 dólares de hace un año.
"Los aumentos en los precios de las oleaginosas compensan parcialmente la baja en el precio de los cereales (como maíz y trigo)", dijo a la AFP Patricia Bergero, subdirectora de estudios económicos de la Bolsa de Rosario.
Bergero precisó que en el caso argentino "el ingreso por exportaciones (agrícolas) podría estar entre 30.000 y 31.000 millones de dólares, contra los 33.000 millones del año pasado".
El presidente del poderoso grupo agrícola argentino Los Grobo, Gustavo Grobocopatel, con inversiones en Sudamérica, coincidió. "La cosecha de soja va ser menor a la que estimábamos", sostuvo.
"Pero por otro lado --agregó Grobocopatel en un seminario del estatal Banco Provincia--, el precio aumentó, por lo que compensa la menor producción" de la leguminosa.
La Conab, que depende del Ministerio de Agricultura brasileño, también admitió que "las condiciones climáticas adversas causadas por el fenónemo La Niña son las responsables por el resultado negativo de la zafra".
La sequía causó "pérdidas significativas" en la producción de los estados de la región sur, sobre todo en los estados de Río Grande do Sul, con una merma de 43,8%, y en Paraná (-30%) y Santa Catarina (-25,6%), según la Conab.
El fenómeno de La Niña, que implica menos lluvias en áreas sudamericanas, llegó a tal extremo este año que "hay muchos campos en el norte argentino en los que no se cosechará nada", dijo a la AFP Daniel Frascarolo, de la entidad privada Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
Al margen del impacto climático quedó Uruguay, donde "el rendimiento está entre 2.200 y 2.300 kilos por hectárea", agregó Blasina, director de la firma de análisis de mercados agropecuarios Blasina y Asociados.
"Las lluvias llegaron justas para Uruguay y tarde para el resto. En Brasil, Argentina y Paraguay fue una muy mala cosecha (...)", resumió.
(AFP)