Grecia entre la nostalgia del dracma y el caos

"Antes del euro, un kilo de tomates costaba 60 dracmas, ¡hoy es el equivalente de 500 dracmas!", lamenta Irini, una señora de 68 años, apoyada sobre su escoba en su portal en Atenas, quien siempre pensó que "el euro es una moneda muy mala".

Actualizado: 20 de mayo de 2012 —  Por: Redacción 180

Grecia entre la nostalgia del dracma y el caos

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Pero para muchos otros griegos, una salida del euro significa sobre todo caos.

"Con un euro, no podemos comprar nada", se escandaliza. "Si es posible que todos los productos vuelvan a su precio anterior, al nivel del dracma, hay que abandonar el euro que fue un gran error".

Esta opinión, se oye a menudo en boca de personas mayores en los países del sur.

Y la eventualidad de una salida de Grecia de la zona euro, contemplada tras el auge de los partidos políticos contrarios al rigor fiscal, ha sido animada en los últimos días por algunos analistas y responsables políticos europeos que quieren creer que una salida podría gestionarse sin demasiados daños colaterales.

"La mayoría de los analistas piensan que Grecia va a salir de la zona euro y devaluar, para reactivar su economía y hacer desaparecer su déficit exterior, y que esto no es grave para la zona euro", resume Patrick Artur, del banco Natexis, en un informe titulado "salida de Grecia del euro: ¿realmente no es grave?"

Pero a su juicio una devaluación "no ayudaría a Grecia", que dispone de poca industria e importa mucho. "Una devaluación tendría como efecto dominante aumentar el precio de las importaciones", dice.

Para Miranda Xafa, presidenta de EF Consulting, "una vuelta a la dracma no aportará más que dolor sin ningún beneficio" porque no solucionará los dos principales problemas de Grecia: "una deuda insostenible y una economía no competitiva".

Martin Schulz, presidente socialdemócrata del parlamento europeo, defiende la misma línea. En visita el viernes en Atenas, advirtió que aunque Grecia "cesara de un día para otro de pertenecer a Europa o a la zona euro, debería reducir su deuda y poner en marcha un proceso de reformas".

Constantin Michalos, presidente de la cámara de comercio de Atenas, es mucho más directo: una salida de la eurozona supondría el "caos total" para el país.

"Significaría un derrumbe de la economía nacional, una depresión para Grecia y una recesión larga y profunda para el resto de Europa", dice.

"Y la gente que se queja ahora de las medidas de austeridad que han reducido sus ingresos corren el riesgo de perder la totalidad de sus salarios y pensiones, porque el Estado ya no tendrá ingresos para pagarlos y la moneda será devaluada" un 50%.

"Si Grecia tuviera que salir, sería el equivalente a un terremoto", según Michalos. "Con el caos social que seguirá, no puedo imaginar a voluntarios para venir a visitar Grecia".

"Vamos a regresar 25 o 50 años atrás", añade Giorgios, comerciante de la calle Kanari en le barrio chic de Kolonaki, quien no quiere dar su nombre. "Pero si nos hundimos, se hunden con nosotros", responde a la periodista francesa.

"El efecto dominó ya empezó", apunta Michalos. "Miren lo que ha pasado con las acciones de los bancos franceses esta semana, han sido sacudidas en bolsa por su exposición a la Grecia. El contagio ya está activado".