Virginia Robinson, uruguayo-estadounidense dueña de varias galerías de arte de Estados Unidos y del recién inaugurado BGMCA de Carrasco, ofrece por primera vez al público su colección personal de fotos de Marilyn Monroe, en la muestra titulada “Marilyn Monroe, The Last Sitting by Bert Stern” (“Marilyn Monroe, la última sesión de Bert Stern”). Estas fotos, que incluyen desnudos y tomas poco glamorosas (si esto es posible en Marilyn Monroe), fueron tomadas por el fotógrafo estadounidense Bert Stern, y forman parte de la última sesión fotográfica de la actiz antes de su muerte.
Según publicó El País de Madrid, Stern afirmó sobre esa sesión con Marilyn: "Olvidé que estaba casado, olvidé mi vida en Nueva York. Estaba enamorado. Era mucho más guapa y más fácil de trabajar de lo que esperaba".
Las 45 fotos que componen la muestra, al igual que todas las que captó Stern en esa última sesión, fueron tomadas el 21 de junio de 1962 (hace casi 50 años) en el Beverly Hills Hotel de Los Angeles, California. Durante esos tres días consecutivos Stern logró ángulos e imágenes únicos de Monroe, que aceptó posar desnuda y mostrando su cicatriz en el abdomen, producto de una reciente operación de vesícula. Seis semanas después de esta sesión, Marilyn Monroe murió a causa de una sobredosis de píldoras para dormir.
Las fotos fueron encargadas en un principio por la revista Vogue, que no quedó conforme con los semidesnudos que surgieron de las primeras muestras, y esto llevó a que la sesión se extendiera a tres días y a que la revista publicara más tarde a una Marilyn Monroe menos controvertida, envuelta en finos vestidos de Dior y con varios retoques. Las fotos de la muestra del BGMCA, así como todas las originales de esa sesión, ofrecen en cambio a una Marilyn con poco maquillaje, al natural y más completa (la actriz no permitía que se publicaran fotos que la mostraran de la cintura para abajo).
Virginia Robinson, fundadora del BGMCA, contó a 180 que ella misma compró los negativos originales a Stern hace siete años, y él además los reveló en tamaños especiales exclusivamente para ella. Las fotos producto de ese revelado nunca antes habían sido mostradas al público (sino solo al círculo íntimo de Robinson), y son las que hoy componen la muestra del nuevo museo de Carrasco.
Si bien las fotografías no son inéditas, dado que Stern publicó el total de más de 2500 fotos que obtuvo de la sesión en un libro titulado The Last Sitting (“la última sesión”), son las únicas copias que existen de esos negativos originales que compró Robinson, y ella asegura que no volverá a revelarlos. “(Estas fotos) son únicas, tal como Marilyn”, afirmó.
Robinson decidió abrir al público esta muestra en Uruguay (y solamente en Uruguay, porque es “muy celosa” de esa colección) por su apego natal y afectivo al país.
Las fotos que se presentan en el BGMCA forman una delicada y bellísima colección que deja satisfecho hasta el par de ojos más alejado del ícono Marilyn Monroe. La suavidad y belleza natural que transmite la figura de Monroe en las fotos golpea y queda latente en los espectadores. Además, las imágenes ofrecen detalles curiosos y no tan difundidos de la actriz.
Algunas de las fotografías están tachadas con cruces rojas que hizo el propio fotógrafo en los negativos, para identificar las que fueron vetadas por Monroe.
Tres de las fotos que están expuestas en la muestra están a la venta. Se venden como unidad, dado que forman una secuencia, por 85.000 dólares. Estas tres fotos, explicó Robinson, son las únicas que volverá a copiar de los negativos originales, y por eso decidió venderlas.
La muestra “Marilyn Monroe, The Last Sitting by Bert Stern” se inauguró el miércoles 13 y estará disponible en el BGMCA (Lieja 6416 esquina Divina Comedia) hasta mediados de julio. Se puede visitar de martes a viernes de 10:00 a 20:00 y los sábados y domingos de 10:00 a 19:00. La entrada es libre.
Parte de la entrevista de Nadia Piedra Cueva con Virginia Robinson se puede escuchar hasta el viernes 22 en 180 Radio.