En base a nota de Natalia Ruiz Díaz, de IPS
Este martes concluyó la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Paraguay. El secretario general Miguel Ángle Insulza se fue sin dar un dictamen sobre la situación del país. Ese pronunciamiento se produciría el viernes.
Para el analista político José Carlos Rodríguez, la expectativa en torno a los resultados de la misión de la OEA es que logre disminuir la dureza de la sanción externa a Paraguay.
"Hay una actitud de vacío internacional al gobierno de Franco, pues a 10 días de haber asumido aún no es reconocido por países como Estados Unidos, Canadá y México", dijo a IPS. Tampoco Asunción confirmó que lo hayan hecho Alemania y España, como indicaron algunos medios internacionales. Hasta ahora solo dieron su visto bueno oficialmente Taiwán y el Vaticano.
A ello se añade la suspensión de Paraguay como miembro del Mercosur (Mercado Común del Sur) y de la Unión de Naciones Suramericanas, que reúne a los 12 países de la región.
Rodríguez agregó que la situación es preocupante al no poder defender sus intereses en ninguna instancia internacional. "Paraguay es un estado paria en este momento", resumió a IPS.
En tanto, el exsenador liberal Gonzalo Quintana, hoy asesor de Franco, consideró que la visita de la OEA es más bien una "cachetada" a los embajadores americanos, porque la mayoría de los países tiene representación en el país.
"Más que castigado, Paraguay está siendo admirado en estos momentos porque, al ser un país pequeño, se puso ante dos gigantes como son Brasil y Argentina", aseguró a IPS.
Resistencia a un lado, la prensa al otro
Los observadores de la OEA llegaron al país el domingo 1, mientras se desarrollaban protestas de sectores que aseguran que Lugo sufrió "un golpe parlamentario" y expresiones de apoyo a Franco y de rechazo a las sanciones del Mercosur y la Unasur.
Lugo es respaldado en las calles por agrupaciones de la sociedad civil y políticas de izquierda, que movilizaron unas 20.000 personas en Asunción y en el interior del país la última semana.
Rodríguez aseguró que los manifestantes a favor del mandatario depuesto representan aproximadamente 20 por ciento del electorado, pero se trata de un grupo sin institucionalidad política. "Son sectores progresistas que no están estructurados y por eso son como hojas que el viento puede llevar para cualquier dirección", opinó.
Pero también relativizó el movimiento de respaldo a Franco, porque tampoco muestra entusiasmo. Una prueba de ello, dijo, es que la convocatoria para apoyar al nuevo gobierno fue suspendida de manera sorpresiva sin dar explicaciones.
Mientras, el tratamiento informativo de la crisis por parte de los medios masivos de comunicación en Paraguay fue duramente cuestionado por los partidarios de Lugo.
Al respecto, Rodríguez sostuvo que, en general, los medios de comunicación se jugaron a favor de la destitución del exobispo católico. "Apoyaron el juicio y ahora dan crédito a Franco para que llegue hasta las elecciones de 2013. Pero la realidad es que no hay ninguna garantía de que llegue", alertó.
La Televisión Pública, el canal estatal creado por el gobierno de Lugo hace apenas dos años, fue el que dio un perfil periodístico distinto de los privados. Su sede se constituyó en el punto de reunión de la denominada Resistencia contra el Golpe, a través de la transmisión del espacio Micrófono Abierto, por el cual se expresó rechazo al nuevo
gobierno a lo largo de los últimos días.
Los medios privados "evitan mostrar lo que pasa en el país, mostrar todas las voces. Y eso le impide a la gente tener un panorama claro", afirmó Núñez.
"También desde esos medios se ayuda a potenciar ese estado de miedo en la población. Por eso es que la gente no sale a manifestarse masivamente, porque hay miedo", aseguró.