"Soy consciente de la gravedad de los anuncios que estamos haciendo y la emoción que provocan en la empresa y su entorno", explicó el presidente del directorio de PSA, Philippe Varin.
Sin embargo, agregó el responsable, "la envergadura y el carácter duradero de la crisis que afecta a nuestra actividad en Europa vuelven indispensable este proyecto de reorganización que nos permite adaptar nuestra capacidad de producción a la evolución previsible de los mercados".
La reestructuración fue saludada en la bolsa de París con una fuerte alza del título PSA Peugeot Citroen, que ganó 3,46% a 7,39 euros no bien conocerse la noticia de los despidos masivos.
Las fábricas de Aulnay y de Rennes (oeste) serán las más afectadas por la medida anunciada por la empresa en un comunicado. El constructor precisó que se propone desplazar la producción en la región capitalina hacia la fábrica de Poissy (Yvelines), donde se trasladará por ejemplo toda la producción del modelo Citroen C3, actualmente también fabricado en Aulnay.
El anuncio era anticipado por el gobierno socialista del presidente François Hollande, confrontado desde el inicio de su mandato en mayo pasado a una ola de reestructuraciones y despidos a causa de la crisis.
Según el líder del principal sindicato CGT Bernard Thibaud, la medida constituye un "sismo" para el empleo en Francia. Dijo que "es necesario multiplicar por tres o cuatro" las cifras anunciadas para medir su impacto en todo el país", por las consecuencias que acarrea en sectores conexos.
La víspera, el ministro de la Recuperación Productiva, Arnaud Montebourg, había dicho temer "una conmoción para todo el país".
El primer constructor francés de automóviles, que registró una pérdida neta en el primer semestre, trasladará una parte de su producción de Aulnay a Poissy, pero asegura que busca "revitalizar" Aulnay proponiendo a los afectados 1.500 empleos internos en otros rubros y 1.500 empleos fuera de la empresa.
Rennes también se verá afectado por la reestructuración, con un "redespliegue de 1.400 efectivos sobre un total de 5.600", según el comunicado de PSA.
El plan de preservación de empleo en Aulnay implica además un programa de salidas voluntarias. La dirección de la empresa dijo que informará el jueves a los sindicatos acerca del conjunto de medidas, en una reunión extraordinaria del comité de empresa.
Los beneficios de Peugeot-Citroen habían caído a la mitad en 2011 y la empresa tuvo una pérdida neta en el primer semestre de 2012, cuya envergadura no ha precisado aún.
Su división automóviles tuvo pérdidas por 700 millones de euros en el primer semestre. Se anticipa un retroceso del mercado europeo del 8% este año, contra un 5% previsto inicialmente, y del 10% en lo que concierne en particular a PSA Peugeot Citroen. Con las medidas anunciadas, la empresa espera regresar al equilibrio a fines de 2014.