Los animales arriban a la costa uruguaya para procrearse, parir y brindar los primeros cuidados a los ballenatos.
En Maldonado, el circuito actual de miradores está compuesto por una torre en la zona de Puntas del Chileno que permite ver la Playa Mansa. Entre las paradas 23 y 30 de Punta del Este es donde en los últimos tiempos se ha constatado el mayor número de ballenas francas australes que llegan a costas uruguayas.
En Rocha hay una plataforma de avistamiento en La Paloma, mientras que hay dos torres más en Santa Teresa y otras dos en Cerro Verde.
La web de la Organización para la Conservación de Cetáceos de Uruguay provee una larga lista de los últimos lugares donde se han visto ballenas en las costas nacionales.
En Uruguay se aplican medidas de conservación de las ballenas: está prohibida la caza, la molestia a los ejemplares y fue reglamentada la forma de avistamiento de ballenas en el mar. Hace 45 años que no se registra la entrada de buques destinados a la caza comercial de ballenas.
En la región fueron identificadas algunas amenazas para estos cetáceos como la retención o captura incidental en pesca de enmalle y las colisiones con embarcaciones, además por la generación de ruidos causados por la exploración de yacimientos minerales o petrolíferos, sonidos de embarcaciones y los derrames de hidrocarburos.
Miradores reparados
En noviembre de 2011 una niña de un año y medio, que había llegado a la costa uruguaya con sus padres desde Brasil, sufrió un accidente en una plataforma en Punta de La Salina, cuando pisó una madera floja y cayó al suelo desde una altura de cinco metros.
El subsecretario del Ministerio de Turismo, Antonio Carámbula, dijo a 180 que todos los miradores fueron reparados y que el mirador de Punta de la Salina, en donde se había provocado el accidente de la niña, fue eliminado.
