Joel Rosenberg

Declaratoria de logros

La idea es comunicar mejor. Con ese fin el gobierno eligió el día de la independencia para hacer una síntesis de logros a la mitad de la gestión. Luego de unas breves referencias a la fecha patria el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, realizó durante más de 30 minutos un discurso basado en logros del gobierno.

Actualizado: 28 de agosto de 2012 —  Por: Joel Rosenberg

Ante una audiencia que asistía a una fecha patria y a un acto de Estado, Olesker hizo un discurso político, carente de la más mínima autocrítica.

El discurso estaba armado con la elección de algunos logros reales, por ejemplo la cantidad de puestos de trabajo que se originaron en estos años, y otros sumamente cuestionables como el avance en logística, en rutas nacionales y AFE. “La actuación sobre rutas nacionales nos ha llevado, en 24 meses de gestión, a una inversión de 400 millones de dólares acumulada en mantenimiento, rehabilitación, concesión de obra, planes de caminería rural y forestal. Al mismo tiempo, hemos culminado la primera obra de rehabilitación de más de 400 kilómetros de ferrocarril en la línea Rivera, con una inversión de casi 60 millones de dólares”, dijo Olesker.

Esta parte del discurso es insostenible. En las rutas el gobierno está trancado, los proyectos de participación pública privada (PPP) no se han podido usar aún con la agilidad y se está cerca del “apagón logístico” del que habló José Mujica.

El país sufre las rutas, no hay nada para destacar.

Mencionar un logro en AFE ya es descaro; no se ha hecho nada. O sí, se quitó el subsidio a varias rutas de pasajeros.

Ocurre que el gobierno eligió de cada área lo que supone que es un logro y se dio el gusto de estar satisfecho en todo.

Olesker cerró el discurso con los datos – reales- de descenso de la pobreza. “Son la reforma en salud, la reforma tributaria, el crecimiento del salario mínimo las tres causas que explican la bajada de la pobreza, tan rápida y tan importante: 850.000 personas pobres dejaron de serlo en siete años de gobierno”, dijo.

Fue un acto político en una fecha patria y fue al santo botón.

Es cierto que Tabaré Vázquez también hizo estas “rendiciones de cuentas”, pero al menos Vázquez no utilizaba un día patrio para un discurso de logros.

De todas formas, en ambos casos el estilo fue similar: sacudir la camiseta sin rivales enfrente, autofelicitarse.

Lo qué pasó no es casualidad. Tiene la lógica de creer que los logros no se comunican bien, que hay que hacer discursos, gastos en publicidad y esfuerzos partidarios para defenderlos.

Es un supuesto que repiten los frenteamplistas como un axioma; una hipótesis que les encanta a los publicistas que hacen campañas de difusión para los gobiernos.

Pero aún si uno creyera en esa idea, en ese supuesto de que el problema no es la gestión sino cómo comunican, entonces deberían pensar cómo y cuándo comunicar.

Elegir la fecha patria de la Independencia es un indicador de confusión total: no saben comunicar los logros y, cuando lo hacen, le erran de forma, día y lugar.



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