El 15 de julio, tras varios meses de conflicto, todos los médicos de la Fundación Peluffo Giguens renunciaron a sus cargos por estar en desacuerdo con el destino de las inversiones que realizaba la comisión directiva.
La Fundación Pérez Scremini se hará cargo del servicio de oncología pediátrica del Pereira Rossell, donde se atienden 100 nuevos niños con cáncer por año y buscará mejorar la calidad de los diagnósticos y de los tratamientos.
El director técnico de la nueva fundación, el doctor Luis Alberto Ney Castillo, dijo que la institución se guiará por el criterio técnico del cuerpo médico. “La diferencia es que esta fundación va a apuntar exclusivamente a los niños con cáncer, sin apartarse de lo principal que marca el estatuto. Respaldar lo que los técnicos pedimos que se supone que somos los que sabemos de esto. Va estar destinado pura y exclusivamente a mejorar los aspectos relacionados con el niño enfermo. Ese es el objetivo principal del cual la otra fundación lamentablemente se había apartado”, afirmó.
Castillo dijo que para asegurar que prime el criterio técnico, la comisión directiva tendrá una representación más diversa y se acotó la duración de la presidencia de la institución. “El presidente puede ser reelecto solo por un período y los períodos son de dos años. O sea que solo puede ejercer el poder por cuatro años. Dentro de la comisión directiva va a estar representado un médico o una figura que represente al equipo médico sin que sea uno de los integrantes, un representante de los usuarios y de los padres, y un representante por las 32 comisiones que hay trabajando en el interior y en Montevideo. Además va a participar en las reuniones la Dirección del Hospital Pereira Rossell con voz pero sin voto”, explicó.
Jorge Bartesaghi, presidente de la Fundación Peluffo Giguens, lleva 14 años en la presidencia de la institución. A pesar de que el cuerpo médico y los usuarios reclamaron su renuncia del presidente como forma de destrabar el conflicto, Bartesaghi no renunció.