Apostar a la formación policial es invertir en seguridad

María Cristina Domínguez es una de las mujeres más destacadas de la policía nacional. Ha sido jefa de Policía en dos departamentos, manejó la primera Comisaría de la Mujer y ahora dirige la Escuela Nacional de Policía. “Nosotros decimos que apostar a la formación, es invertir en seguridad pública”, dijo en entrevista con No toquen nada. Además habló de que la eventual feminización de la policía no es un problema.

Actualizado: 08 de setiembre de 2012 —  Por: Redacción 180

Apostar a la formación policial es invertir en seguridad

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Entrevista de los periodistas Joel Rosenberg y Ricardo Leiva con María Cristina Domínguez, emitida en No toquen nada, de Océano FM.

Joel Rosenberg: El porcentaje de mujeres en la Policía crece. También es importante el porcentaje de mujeres que hay en la Escuela Policial; son cerca de un 20%. Al frente de esta Escuela hay una mujer. La psicóloga María Cristina Domínguez vino desde Florida a Montevideo a los 19 años a estudiar a la misma escuela que hoy dirige y que tuvo un récord de inscripciones y de egresados en 2012. Allí se dictan tres cursos de grado: Agente de Segunda, Oficiales o Licenciados en Seguridad Pública en convenio con la Universidad de la República. Este año hay dos novedades importantes para la Escuela que cumple 69 años. Por primera vez tendrán un polígono de tiro para ellos y además van a tener una comisaría para prácticas profesionales.

Domínguez, usted ha ocupado varios cargos importantes, los últimos dos: jefa de policía de San José y de Paysandú. Además fue la primera mujer del interior que egresó de la Escuela Nacional de Policía. ¿De qué año hablamos?

María Cristina Domínguez: Estamos hablando de 1974.

¿Cuántas mujeres estudiaban en esa Escuela cuando usted egresó?

Cuando yo egresé de mi promoción, que es la promoción número 24, era la única en ciento treinta y algo de integrantes. Éramos tres mujeres en total.

Ha cambiado esa realidad.

Sí. Ha cambiado mucho. Ha sido todo un proceso donde hoy día no existen cupos para el ingreso de mujeres a la formación de oficiales como ocurría en aquella época.

¿Desde cuándo no existen cupos?

Desde hace aproximadamente unos 10 años. Se fueron modificando... Recuerdo que a partir del año 2000 ingresaron abogadas y procuradoras a un curso especial que se fue ampliando en número. Y hoy día está basado en los talentos y las capacidades de dar la prueba de admisión. Aquellas mujeres y varones que aprueban esa prueba quedan en una lista de prelación donde ingresan de acuerdo a las becas que otorgue el Poder Ejecutivo para el año.

Y hoy son aproximadamente un 20%.

Tenemos 262 alumnos en el cuerpo de cadetes de la Escuela Nacional de Policía, de las cuales 51 son mujeres.

Usted es psicóloga además.

Sí.

Eso lo hizo después de estudiar en la policía.

Sí, ya ostentaba el grado de comisario cuando me decidí a estudiar psicología.

¿Por qué?

Porque en ese entonces estaba al frente de la primera unidad especializada en violencia doméstica en Montevideo y entendía que debía profundizar en cuanto a la formación para atender debidamente las situaciones que se originaban en relaciones familiares disfuncionales. Y me decidí a estudiar psicología y a especializarme en este tema. Una especialización que Uruguay no tenía para aquella época, que la formación tampoco la tenía, como hoy día que tenemos la asignatura incorporada a los cursos regulares.

Cuando ingresan los estudiantes que tienen el Ciclo Básico completo, pueden llegar a agentes de segunda. Esa es la posibilidad de estudio en principio.

Sí. Con el Ciclo Básico ingresan en el grado de agente de segunda y con el Bachillerato completo en cualquiera de sus orientaciones pueden ingresar al cuerpo de alumnos cadetes.

Para agentes de segunda hasta 35 años y para oficiales hasta 24.

En el caso de los jóvenes que provienen del mundo civil hasta 24 años, pero también pueden ingresar diferentes grados de policías. Ahí aumenta en cuanto a la edad donde nuestra ley orgánica establece hasta 30 años pero existe la posibilidad de que el Ministro del Interior pueda otorgar algunas para mayor edad.

¿Esos policías por qué deciden estudiar? ¿Porque los envían? ¿Deciden ellos?

Es todo voluntario, o sea que el policía decide.

Ellos pasaron ya por la Escuela Nacional de Policía.

Ellos pasaron pero a nivel de agente. Por la Escuela Nacional en algunos casos porque como es a nivel de todo el país, el policía del interior se forma en las escuelas departamentales. Esta es metropolitana nada más, pero ya está exceptuado Canelones que tiene su propia escuela. El policía que ya hizo su formación básica inicial tiene la posibilidad, con determinados requisitos -de tener el Bachillerato completo, de edad, estatura, etcétera-, luego de una prueba donde todos los exámenes son eliminatorios, donde tienen exámenes psicológicos, pruebas culturas y físicas, aprobadas estas, pueden volver a estudiar y obtener el grado de Oficial Sub Ayudante.

Y lo de Licenciatura en Seguridad Pública, en convenio con la Universidad de la República, ¿qué es?

La Licenciatura se obtuvo a partir del año 2000, cuando se realiza un convenio entre la Udelar y el Ministerio del Interior. A través de este convenio se logra obtener esta licenciatura que es el primer título de grado que otorga la Escuela conjuntamente con la Facultad de Derecho, y es una Licenciatura en Seguridad Pública que equivale al cuarto año. Los tres años de cadete equivalen a una tecnicatura. La Licenciatura sería en cuarto año, que es optativo. El alumno se recibe de Oficial y luego opta por hacer o no la Licenciatura. Ya tenemos más de 200 egresados y hoy día tenemos otra oferta también: en convenio con la UDE tenemos un Máster en Ciencias Criminológico-Forense, que es muy interesante, que es el primero que hay en nuestro país, que lo están cursando 17 oficiales de policía y también representantes del Ministerio público y fiscal. Este máster está también en coordinación con la Universidad de Sapiencia de Roma y creemos que va a ser muy interesante esta formación.

En forense hay muchas carencias por falta de formación.

Es importante incorporar este tipo de formación e ir formando especialistas a nivel nacional.

Lo vemos mucho en las películas pero es difícil llevarlo a la práctica sin la formación.

Es fundamental. Nosotros decimos que apostar a la formación, que es en parte lo que yo decía en ese discurso del aniversario de la Escuela, es invertir. Es invertir en seguridad pública.

Se ha hablado mucho en estos meses de que hubo un récord de inscriptos. Después pasan exámenes y no son todos los que ingresan. ¿Cuáles cree que son los motivos fundamentales de esos jóvenes que ingresan a la Escuela Nacional de Policía? ¿Qué tipos de objetivos tienen? ¿Qué manifiestan?

Nosotros obtuvimos ese récord de inscripciones porque también hubo un esfuerzo muy grande de la administración, partiendo del Ministerio del Interior, donde habilitó que se hicieran dos llamados. Ya van dos años que hacemos dos llamados en forma correlativa. Y también una muy buena diseminación de la oferta educativa a nivel nacional. Eso hace que toda las jefaturas de policía departamentales, a través de sus escuelas, se realicen conferencias y se concurra a los liceos con esta oferta, a los medios. La Escuela plantea una oferta interesante, fundamentalmente para gente que viene del interior, donde además de formarse está en una residencia donde se cubren todas las necesidades básicas, y también por las características de una profesión muy particular y muy exigente a la vez. Se produce todo un proceso desde el momento en que nuestros alumnos llegan, que hoy día tenemos que pensar también que el 70% de nuestro alumnado para la formación de oficiales ya era policía, o sea que ya saben la profesión.

Se están perfeccionado.

Justamente eso. Y el 30% restante, en algunos casos proviene del Liceo Militar, jóvenes que optan por la carrera policial.

¿Hay un tema de salario para cuando empiezan a trabajar?

El salario de cadetes civiles es un salario que cubre las necesidades básicas.

¿Cuánto es?

Cuatro mil y algo de pesos, es muy poco. Pero su atención en cuanto a lo que es la formación, a lo que es toda el área educativa, está cubierto. El caso de los policías, cobran el mismo salario que tenían de acuerdo al grado.

Lo que hay es trabajo seguro.

Sí. Y con la posibilidad de continuar la carrera administrativa. En el caso de los oficiales puede llegar hasta el grado máximo que es inspector general de la policía.

¿Cuánto hay de tradición familiar en los que llegan?

También existe. Si bien no tenemos un estudio detallado sobre eso, sabemos que ocurre en todo el mundo. En España, he leído algunas investigaciones donde tiene un peso importante tener antecedentes familiares en la fuerza.

¿Usted tiene tradición familiar?

No, yo no.

Se largó a Montevideo a estudiar de policía.

A los 20 años. Estuve un año en Florida.

¿Qué la motivó?

Me motivó el hecho de que era una profesión bastante diferente para una mujer. Y eso que también a nivel familiar existiera cierta -no de mi padre, a quien agradezco haberme permitido venir, porque en aquella época era si los padres autorizaban- pero hubo una especie de dudas en cuanto a por qué venir a estudiar a la Escuela de Policía. No era común hacer eso. Creo que fue un desafío grande y me siento muy gratificada de haber optado por esta profesión.

Quizás a muchos les llame la atención que la directora de la Escuela Nacional de Policía viva allí. Usted vive allí con su familia.

Sí, exactamente.

No es una elección suya particular, sino que los directores tienen un ámbito para vivir ahí.

Es una opción.

Pueden o no. Como el Presidente. Bien, ¿cómo la lleva la familia? ¿Tiene hijas, hijos?

Tengo hijos.

¿Y tienen algo que ver con la policía?

No, con la policía no tienen nada que ver. Eligieron otras carreras.

¿Cómo llevan vivir ahí adentro?

Ya no viven ahí.

Ricardo Leiva: Van de visita.

Sí, por supuesto. Para mí es muy natural. A mis alumnos les digo lo mismo: la misma situación que ellos están en la escuela, con el mismo entorno, las mías dificultades y fortalezas, las vive la directora. Permanecer de lunes a viernes es saber cómo es eso y en caso de tener necesidad de buscar alternativas, buscarlas junto con quienes también viven allí.

¿Cómo los ve hoy en día la sociedad a los policías? ¿Qué piensan los que estudian allí y egresan? Usted, después de tantos años en la fuerza, ¿cómo define la relación con la comunidad? ¿Ha cambiado algo desde que usted vino del interior a estudiar? ¿Ha cambiado algo la relación policía-sociedad civil?

Trabajamos mucho esos aspectos con los alumnos porque es como una caja de resonancia estar en la Escuela Nacional de Policía. Por un lado esos vínculos con la sociedad, tratar de mantenerlos. Hemos cambiado en ese sentido. En otros tiempos los alumnos no tenían la posibilidad de estar en contacto con la comunidad que luego van a servir. Hoy día ellos tienen acceso a la televisión, radio, prensa escrita, internet. El que tiene su notebook la puede tener en el alojamiento.

Tienen una directora que tiene Facebook.

Por supuesto que también. Hay un vínculo mayor con la sociedad. También en el tema de las prácticas. Los alumnos de tercer año concurren a hacer sus prácticas a las unidades básicas operacionales, a las comisarías. El hecho de contar dentro de poco tiempo con una comisaría escuela, que creo que es inédito a nivel mundial, que dentro de una academia de policía exista una comisaría real, porque lo que hemos visto hasta ahora ha sido, por ejemplo en la Federal argentina, tienen una simulación de una pequeña ciudad pero son todos escenarios creados, nada de realidad. Es una comisaría que dependerá de la Jefatura de Policía de Montevideo, con un personal estable, que recibe denuncias y donde van a poder coparticipar en algunos aspectos nuestros alumnos.

¿Cuándo piensan tener esa comisaría?

Creemos, de acuerdo al avance de obras, que para noviembre u octubre va a estar funcionando esa comisaría.

Más relación con la comunidad.

Más relación con la comunidad, más contacto con la comunidad y también escuchar a la comunidad. De hecho, nuestros docentes, que podemos pensar que provienen también de la comunidad, tenemos prácticamente una paridad entre docentes policiales y civiles, que traen todo su acervo desde la comunidad, lo que la comunidad requiere, necesita o plantea.

¿Qué porcentaje de docentes civiles tiene?

Tenemos aproximadamente el 50% de docentes civiles. Tenemos un número importante de docentes porque acá se conjugan los docentes de la escuela de cadetes, los docentes del centro de capacitación para el personal subalterno, que tiene una característica muy especial. Esos docentes vienen a la institución mediante un llamado abierto de méritos, donde se conforman las listas; para la participación en los diferentes cursos y concursos se hacen mediante llamado. También tenemos docentes en la escuela policial de estudios superiores, que es la escuela de posgrado de la policía, donde se hace toda la carrera de los oficiales a nivel nacional, de todos los subescalafones. También cursos extracurriculares, como el curso de comando y estrategia policial, que es internacional. Hoy tenemos dos cadetas panameñas, dos chicas, que están cursando primer año, que residen en la Escuela junto al cuerpo de cadetes. Tenemos en el curso de comando y estrategia policial un becario peruano y un becario paraguayo. Y por último, nuestra última adquisición en materia educativa es el portal educativo policial que nos permite la realización de cursos semipresenciales.

Leí en varias notas de la Escuela de Policía, un comentario que no se puede generalizar pero que le pasaba a un estudiante de la Escuela, que decía en el diario El País: "Me pasa que me insultan porque estoy uniformado, y no importa la edad: te insulta gente adulta hasta niños de no más de 10 años que obviamente repiten lo que ven". ¿Cómo manejan esto? ¿Cuán frecuente es y cómo lo manejan con los alumnos para tratar de explicarles?

Yo siempre digo que no es lo mismo trabajar en determinados lugares que en otros. Si hiciéramos un FODA, todas tienen sus fortalezas y debilidades y nosotros tenemos que tener nuestras oportunidades y conocer cuáles son las amenazas. Esa es la formación que le tenemos que dar a nuestros alumnos: saber que van a tener que convivir con una sociedad heterogénea donde ellos van a tener que tener siempre una marcada presencia, donde no pueden reaccionar o ser reactiva hacia las diferentes formas de comunicarse con la policía.

¿A algunos los afecta mucho psicológicamente?

En este tiempo de preparación también está la preparación para el egreso y para ese tipo de contingencias que un buen policía tiene que saber manejar. Tiene que saber manejar negociación, mediación, tener claro que va a sufrir síntomas de estrés, en algunos casos estrés acumulativo, en algunos casos estrés post-traumático, de acuerdo a los episodios que le toque vivir. La idea es tratar de perfeccionarlos, si bien el ser humano reacciona a veces de acuerdo a los hechos, la idea es que tenga una buena formación en ese aspecto.

Habló también del polígono de tiro. ¿Ya está pronto?

El polígono de tiro ya está pronto, ya está inaugurado.

Es el primero que tienen en 69 años.

Lo que teníamos era un polígono muy precario. Este es un buen polígono, es un interesantísimo polígono, muy completo, que ha sido inaugurado en su primera etapa porque aún resta la asignación de las blancos móviles, donde se produce el disparo. Donde va y viene el blanco. Es un polígono muy importante, que tiene 15 líneas de tiro, que se puede trabajar en forma simultánea. Tiene un aula con una vista directamente hacia las líneas de tiro, donde el docente auxiliar puede estar trabajando con los alumnos que están haciendo una observación del campo de tiro. También se incorporó un polígono virtual donde se realizan también una enorme cantidad de posibilidades de escenarios de aprendizajes virtuales.

¿Como un videogame?

Sí. Se trabaja con armas muy similares a las reales, donde no existe riesgo de ningún tipo, donde se pueden saber desde cómo fue el disparo, la problemática que puede tener el tirador, el tiempo de disparo, la reacción ante diferentes eventos dañosos, etcétera.

¿Cuentan con las armas adecuadas?

Nuestros alumnos en todos los niveles tienen buena práctica.

Salen con buen conocimiento.

Sí, salen con buen conocimiento de tiro.

Terminemos por el principio, por donde comenzamos, hablando de una mujer que está el frente de la Escuela Nacional de Policía. Ha habido diferentes notas a propósito de la feminización de la policía y algún temor que había. Lo decía Marisa Lindner, directora de la División Política de Género del Ministerio del Interior. En algunas jefaturas se empezó a dar un aumento tan importante de mujeres en el personal subalterno que ha sido un tema que trabajó preocupación. ¿Ustedes lo viven así?

No, no lo vivimos para nada así. Estamos totalmente integradas a lo que es la tarea, la misión y la función de la policía nacional. Creemos que es un tema de competencias profesionales como cualquier otra profesión. Fuera del aire yo les comentaba que en estos diferentes destinos, ya para nosotros es común en la vida familiar, en la vida de pareja, tener que salir de madrugada y tener que ir a un hecho grave, como puede ocurrir a un médico o médica, tener que ir a atender un paciente a cualquier hora del día o la noche. Creo que a veces se magnifican las cosas y lo importante es estar preparada para el ejercicio de la función y con una actitud y una abertura en el sentido amplio de saber que esta es una profesión muy compleja pero que no lleva género. Es tan policía hombre como mujer y se ocupan los diferentes roles ya muy integrados a la profesión.

En una sociedad obviamente machista como la que vivimos, ¿cómo se da esa relación interna y cómo ha evolucionado? Porque además hay autoridad ahí. Al machismo que tenemos habitualmente se le suma una línea muy vertical que tiene la policía.

Nuestra profesión es muy vertical y muy disciplinada y jerarquizada. Pero hoy tenemos mayores herramientas que en los periodos que yo me formé. Tenemos referentes mujeres donde las mujeres quizá puedan ir a hacer otros planteos, tenemos una dirección de asuntos internos en el Ministerio del Interior también dirigida por una dama -sin perjuicio de que un hombre la ha dirigido y la va a dirigir en otros momentos-, pero donde se pueden ir a plantear problemas que tengan que ver con discriminación de género o cualquier tipo de situación de acoso que la persona sufra, donde tenemos un 0800 5000 para hacer las denuncias. Hay muchas más posibilidades de tratar de solucionar estos temas, sin perjuicio de que puedan existir. Hay herramientas para manejarlos, para trabajarlos, para plantearlos.

Si bien existen en algunos casos, como puede pasar en otro ámbito laboral, ahora usted cree que tienen las herramientas y las referentes necesarias para poder denunciar.

Hay mayores herramientas.

En su época me imagino que había más desamparo.

También es un tema de alcance educativo. Estamos trabajando con estos temas, por lo tanto se han incorporado asignaturas que tienen que ver con violencia de género, y hoy en este momento se está haciendo un llamado interno para interesados que quieran realizar un curso, un diplomado en género y políticas púbicas, que a través del convenio entre el Ministerio del Interior y la Udelar, se va a comenzar a realizar en setiembre en la Facultad de Ciencias Sociales, lo cual entendemos que es bien interesante. También creamos el 8 de marzo la cátedra de género en la Escuela Nacional de Policía. Todos estos aspectos tienen que ver con tratar de formar al alumnado en temas de no discriminación, en fortalecimiento de los derechos humanos y en todos aquellos aspectos que hagan un equilibrio entre todas las personas sin distinciones de ningún tipo.

María Cristina Domínguez, le quiero agradecer la entrevista para acercarnos la realidad que viven ustedes en la formación de los policías del país.

La agradecida soy yo de que me hayan invitado. Quisiera decir algo más. Invitar a aquellos jóvenes, jóvenes varones y mujeres, que quieran ingresar a la Escuela Nacional de Policía, al curso de oficiales del año 2013. Están abiertas las inscripciones. Pueden informarse a través del teléfono 2513 7188, así como también a través del correo enpcomin@gmail.com. Además, la escuela ofrece que puedan concurrir dos veces a la semana a hacer una preparación física, que es una de las dificultades, sobre las pruebas que se van a tomar en el polideportivo de la escuela con docentes especialmente dedicados a esa tarea, y por supuesto con el compromiso de que esos docentes no van a participar de los exámenes, para dar la mayor cristalinidad a quienes vayan y no hayan concurrido a practicar a la escuela.