Es tan reiterativo como inevitable. Desde que pegó la vuelta es imposible empezar un comentario de un partido que Nacional gane con otro protagonista que no sea Álvaro Recoba.
El Chino parece estar dispuesto a desafiar los límites cada fin de semana. Esta vez fue con un gol olímpico para la historia. Si ante Fénix quedó la interrogante de qué hubiera pasado con el defensa que custodiaba el primer palo y el arquero Mejía más atentos, este no dejó dudas. El tiro fue perfecto. Su zurda mágica impulsó la pelota desde el costado derecho en busca del ángulo superior del segundo palo. Y allí entró. Impactó en el vertical y entró contra el arco de la Abdón Porte.
Un rato después, cuando se iba el primer tiempo, hizo un pase de esos que muy pocos pueden hacer para dejar solo dentro del área a Gonzalo Bueno. La jugada terminó en el 2 a 1.
Ya estaba. Otra vez la magia de Recoba había revertido un partido, había valido la entrada, había blindado un poco más esa imagen de ídolo que ya nadie discute.
Nacional derrotó a Liverpool 3 a 1 de forma merecida. Tuvo ambición y decisión para ir por la victoria desde el comienzo, creó posibilidades para lograrla sin sufrimiento y fue capaz de revertir el resultado.
Lo peor del tricolor estuvo cuando Liverpool lo atacó por arriba. El equipo de Antúnez ganó casi siempre que lo intentó ante una defensa que no le encontró la vuelta.
Así llegó el primer gol del partido. Luego de varios ataques de Nacional, entre ellos un gol increíble fallado por Bueno, Liverpool tuvo un tiro libre desde la derecha. La pelota cayó en el área y Rodrigo Aguirre marcó el 1 a 0 a los 11 minutos.
El gol le permitía a Liverpool, que guardó titulares para su partido ante Independiente por la Sudamericana, replegarse y tratar de atacar de contra. Pero los planes negriazules los alteró un tal Recoba con una ejecución para el recuerdo.
Con el partido igualado Nacional bajó revoluciones. El juego se estancó y casi no hubo llegadas a los arcos. Aún así, el tricolor seguía siendo el más ambicioso.
Sobre los 44 Recoba amagó a rematar y dejó solo a Bueno quien tiró al medio para que Medina punteara hacia el fondo.
En el segundo tiempo Díaz colocó a Matías Cabrera por Recoba y a Juan Manuel Díaz por Adrián Luna. El ingreso del lateral izquierdo corrió a Pablo Álvarez hacia el medio. Fue un movimiento que a Nacional le dio resultado porque Álvarez jugó siempre la pelota con acierto.
Antúnez probó con el ingreso de Carlos Núñez y de Elías Figueroa pero eso no mejoró el panorama ofensivo de un equipo que generó poco durante toda la tarde. Aún así, Max Rauhofer tuvo el empate tras quedar solo delante de Jorge Bava pero definió mal.
En la hora Núñez recibió de Bueno y marcó el tercer gol. Fue el premio al lateral que jugó un gran partido con proyecciones criteriosas y peligrosas que le dieron al equipo un arma ofensiva importante.