Tras una reunión en presencia del ministro del Presupuesto, Seiji Maehara, el BoJ aumentó en unos 11 billones de yenes (138.000 millones de dólares) su programa de compra de activos financieros, incluidos bonos del Tesoro nipón. De este modo, el programa asciende a un total de 91 billones de yenes.
Una parte de los fondos será desbloqueada en el primer semestre de 2013 y la mayor parte en el segundo.
El banco central mantuvo también entre 0 y 0,1% su tasa directriz.
Con esta política de inyección masiva de liquidez, "el Banco Central quiere hacer más fluidas las condiciones de circulación del dinero, para las empresas como para los hogares", explicó su gobernador, Masaaki Shirakawa, en una conferencia de prensa.
Asimismo, el instituto emisor anunció el lanzamiento próximo de un mecanismo para prestar cantidades "ilimitadas" a los bancos, y así alentarlos a conceder créditos a las empresas y los hogares. La tasa será de 0,1% y su duración de uno, dos o tres años, prolongables hasta cuatro.
El BoJ espera así estimular en la tercera economía mundial una actividad ralentizada por las dificultades de la coyuntura internacional y la fortaleza del yen, perjudicial para los exportadores, y superar una deflación que dura ya más de tres años.
Y es que en un informe semestral sobre la economía y los precios publicado este martes, el BoJ rebajó este martes a 1,5% su previsión de crecimiento para el año fiscal que va de abril de 2012 a marzo de 2013. La previsión anterior, formulada en julio, era de 2,2%.
El banco central también predijo que los precios caerán en el año fiscal en curso un 0,1%, en lugar de aumentar un 0,2%, lo que prolonga la deflación, un fenómeno pernicioso que desalienta las inversiones y el consumo, ya que los compradores esperan a que los precios sigan bajando aún más.
El BoJ se encontraba bajo la presión del gobierno, que según los sondeos atraviesa un mal momento a pocos meses de elecciones anticipadas.
Tras los trabajos del comité de política monetaria, el gobierno de centro-izquierda y el banco central publicaron un inédito comunicado común en el que prometían "vencer la deflación".
En él, el banco central prometió "proseguir su política de flexibilización monetaria vigorosa hasta que vea cercano su objetivo de 1% de inflación", es decir no antes del año presupuestario 2014, según sus propias previsiones.
Por otro lado, el ministerio de Economía anunció también este martes que la producción industrial se redujo un 4,1% en septiembre respecto a agosto, sobre todo a causa del sector automotor. En ritmo interanual, la producción cayó 8,1%.
Por su lado, los hogares gastaron un 0,9% menos en septiembre que en agosto.
El desempleo, en cambio, se mantuvo sin cambios en septiembre a 4,2%, en su nivel más bajo en tres años, sostenido por las tareas de reconstrucción tras el sismo y el tsunami del 11 de marzo de 2011 que devastaron el noreste del archipiélago.
El crecimiento económico, que se frenó a un 0,2% intertrimestral en el segundo trimestre de 2012 por el estancamiento del consumo y la mala coyuntura mundial, será aún más débil en la segunda mitad del año, según los analistas, algunos de los cuales no descartan una recesión.