Mursi anuló decreto que ampliaba sus poderes

El presidente egipcio, Mohamed Mursi anuló este sábado un decreto, promulgado el mes pasado, que ampliaba y blindaba sus poderes, el que provocó una grave crisis política, dijo una fuente oficial en una conferencia de prensa en El Cairo.

Actualizado: 09 de diciembre de 2012 —  Por: Redacción 180

Mursi anuló decreto que ampliaba sus poderes

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"El decreto constitucional queda anulado a partir de ahora", dijo el político islamista Selim al Awa, al dar cuenta de las conversaciones entre Mursi y líderes políticos, en presencia del portavoz de la presidencia, Yaser Ali, quien los presentó.

Un nuevo decreto fue anunciado, en el que ya no figura la cláusula más criticada en el texto anterior, que colocaba las decisiones del jefe de Estado por encima de cualquier posibilidad de recurrir a justicia.

El presidente, no obstante, confirmó la fecha del 15 de diciembre para la realización de un referendo sobre un polémico proyecto de Constitución será sometido a referendo el 15 de diciembre, ya que una modificación de la fecha es legalmente imposible, afirmó Al Awa.

"El presidente estuvo presente durante toda la reunión y ha afirmado que aceptaba y que se comprometía a respetar las decisiones tomadas", aseguró Selim al Awa.

Mursi también invitó a las fuerzas políticas que no participaron en la reunión del sábado a que den su opinión sobre los artículos del texto de Constitución que quisieran cambiar, dijo, retomando una propuesta ya hecha en los últimos días por el jefe de Estado. Estas sugerencias, sin embargo, sólo serán estudiadas cuando se elija un nuevo parlamento, en varios meses.

El principal partido de oposición, el Frente de Salvación Nacional (FSN), no estuvo presente en la reunión.

En las últimas dos semanas, la oposición reclamó tanto la anulación del controvertido decreto como la postergación de la consulta constitucional.

El decreto presidencial del 22 de noviembre provocó una ola de protestas y manifestaciones en el país, que el miércoles dejaron siete muertos en la capital.

La oposición también atacó el proyecto de Constitución, redactado por una comisión dominada por los islamistas.

Los opositores estiman que el proyecto actual abre la vía a una fuerte islamización de la legislación y no brinda garantías sobre las libertades, en particular las de expresión y religión.

En el día se supo que Mursi pidió que el decreto que ampliaba sus prerrogativas sea modificado, en un gesto visto como una concesión a la oposición, luego que ejército pidiera diálogo para evitar un "desastre".

El primer ministro, Hisham Qandil, declaró que un comité de seis expertos había sido encargado de "modificar" el decreto.

Los seis expertos, que son juristas y personalidades políticas, "están reunidos para redactar un nuevo texto que podrían terminar esta noche (del sábado) o mañana (domingo) por la mañana", precisó Qandil al canal privado Al Mehwer.

Mursi pidió además "encontrar una solución jurídica que permita aplazar el referéndum" sobre la Constitución, añadió el primer ministro.

Qandil hizo estos anuncios poco después de que el FSN llamara a continuar el movimiento de protesta hasta que sus "legítimas y pacíficas reivindicaciones se concreten". La formación opositora también amenazó con una huelga general.

Sin embargo, las formaciones islamistas que apoyan a Mursi, entre ellas el movimiento de los Hermanos Musulmanes, al que pertenece el presidente, endurecieron el tono y rechazaron una postergación del referendo constitucional.

Previamente, en una jornada muy agitada, el ejército egipcio salió de su reserva y anunció en un comunicado que "el diálogo es la mejor y la única vía" para resolver la crisis política y evitar "un desastre" que de todos modos no permitirá.

El comunicado ha sido la primera reacción oficial del ejército, que no se ha pronunciado a favor de ninguno de los bandos desde el comienzo de la crisis.

La oposición ha pedido con insistencia la anulación del decreto presidencial, y que se postergue la consulta sobre la Constitución, redactada por una comisión dominada por los islamistas.

Los manifestantes piden más tiempo, lo que según ellos permitiría elaborar un texto más consensuado. Los opositores estiman que el proyecto actual abre la vía a una fuerte islamización de la legislación y no brinda garantías sobre las libertades, en particular las de expresión y religión.

El jueves, en un discurso a la nación, Mursi se había mostrado firme en esos dos puntos, pero invitó al diálogo a la oposición, que rechazó su oferta.

A la espera de la enmienda del proyecto constitucional, pequeños grupos de manifestantes seguían reunidos cerca del palacio presidencial en El Cairo, epicentro de las protestas masivas de los simpatizantes y los detractores de Mursi en los últimos días. El palacio está actualmente protegido por soldados y tanques.

El viernes, más de 10.000 opositores a Mursi se congregaron delante de la presidencia.

El miércoles por la noche hubo siete muertos y cientos de heridos en violentos enfrentamientos de los partidarios y opositores de Mursi, ocurridos en torno al palacio presidencial.

AFP