La cuarta intervención quirúrgica del mandatario desde mediados de 2011 tendrá lugar en los próximos días en La Habana, con perspectiva incierta, dado que Chávez marcó el camino a seguir en caso de que no pueda reasumir la presidencia el próximo 10 de enero, tras su resonante reelección en octubre.
"Sentí una pena muy grande cuando dijo que va a ser intervenido de nuevo, pero ahora estoy aquí para pedirle a Dios que lo ayude en sus tiempos difíciles", dijo a la AFP Vladimir Hernández, de 52 años, en la céntrica plaza Bolívar de Caracas, donde se congregaron centenares de simpatizantes de Chávez, así como en otros lugares del país, para pedir por su salud.
También las redes sociales hervían con mensajes de apoyo a través de etiquetas como "ahora con Chávez más que nunca".
Chávez, que ha manejado todo lo relativo a su enfermedad como un secreto de Estado, sólo dijo el sábado, al anunciar al país que sufría una nueva recurrencia, que la intervención era "absolutamente imprescindible" por la aparición de células malignas en la misma zona donde está localizado el cáncer.
El mandatario, de 58 años y desde hace 14 en el poder, obtuvo este domingo el permiso de la Asamblea Nacional para viajar a Cuba, donde se ha tratado casi en exclusiva, y ausentarse del país por un tiempo indefinido.
El gobernante seguirá ejerciendo desde la isla sus funciones, como en sus anteriores viajes por motivos de salud.
"Tenemos una nueva dificultad pero usted es invencible y (la) venceremos", dijo en el hemiciclo la diputada oficialista María León.
La oposición, a pesar de que votó a favor del viaje del presidente, se quejó de que su enfermedad "no se haya manejado con la transparencia necesaria".
"Hemos visto en todos estos meses el discurso de que el presidente estaba totalmente curado (...) y luego ahora tiene esta recaída", deploró el diputado opositor Julio Borges.
Chávez, al frente del país con las mayores reservas de crudo del mundo, designó sucesor a su vicepresidente y ministro de Relaciones Exteriores, el ex sindicalista del metro de Caracas, Nicolás Maduro, de 49 años, quien ocuparía su cargo hasta la convocatoria de nuevas elecciones y sería en éstas candidato del oficialismo.
"Elijan a Maduro como presidente de la República, se lo pido desde mi corazón", dijo Chávez al referirse a una eventual inhabilitación.
El mandatario "inició el sábado la transición y empleó la mejor técnica: anunciarla en vida, porque es mucho más fuerte para lograr el apoyo para su sustituto", dijo el presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, para quien la designación de Maduro es una "orden indiscutible" para el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), mayoritario en la Asamblea Nacional.
Chávez, que antes de la enfermedad se planteaba gobernar hasta 2031, insistió en la importancia de la "unidad" en el seno de su campo para sacar adelante su revolución -que ha dirigido de forma personalista- y plantea virar definitivamente hacia el socialismo.
La Constitución venezolana establece que si ocurre la falta absoluta del presidente antes de la toma de posesión - prevista el 10 de enero - o durante los cuatro primeros años de los seis que dura el mandato, se deberá proceder a nuevas elecciones en un periodo de 30 días.
Chávez dijo el sábado que Maduro se encargaría, de ser necesario, de ejercer la presidencia mientras se convocaran elecciones.
Maduro, que funge desde hace más de seis años como canciller de Venezuela, fue nombrado vicepresidente por Chávez después de que el mandatario resultara reelecto y gozaría del apoyo de los dirigentes de Cuba, aliada estratégica de Venezuela, según analistas.
El nuevo embate del cáncer tiene lugar dos meses después de que Chávez fuera reelegido holgadamente al término de una campaña atípica con pocos mitines y en la que sin embargo hizo enormes esfuerzos por parecer curado.
En una entrevista con la AFP a días de las elecciones, el presidente dijo sentirse recuperado y con fuerzas para un nuevo mandato de seis años.
No obstante, hasta el viernes, cuando regresó de un tratamiento médico en Cuba, se había eclipsado de la vida pública durante 22 días. Ya antes, Chávez, un presidente hiperactivo previo a su enfermedad, había comparecido con aspecto cansado.
Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Chile, Sebastián Piñera, expresaron su solidaridad con el mandatario y le desearon su recuperación, así como el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.
La recaída de Chávez podría por otro lado impactar en las elecciones de gobernadores, previstas para el próximo domingo y en las que el oficialismo aspira a revalidar el control en la mayoría de Estados y arrebatar a la oposición sus principales feudos.
"El impacto electoral del anuncio de Chávez no es fácil de determinar: los suyos quedan desvalidos, pero el impacto emocional será fuerte", aseguró el analista venezolano Carlos Blanco, precisando que hay que "esperar unos días" para calibrar los efectos de la enfermedad presidencial en el electorado.
AFP