Un hijo del Señor

El predicador Franklin Graham -que realizó la oración de apertura en el acto de asunción de George W. Bush en enero de 2001- está llenando el Estadio Charrúa durante este fin de semana. También fue capellán del Pentágono. Su presentación es auspiciada por cientos de congregaciones evangélicas locales. Su padre, Billy Graham, fue asesor de cinco presidentes estadounidenses y fue víctima de las mismas grabaciones que complicaron a su amigo Richard Nixon en el caso Watergate. El discurso de su hijo ha sido agresivo hacia el mundo musulmán, aunque él dice que no les desea ningún mal.

Actualizado: 21 de marzo de 2009 —  Por: Ricardo Leiva

Un hijo del Señor

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El papá de Franklin

William Franklin Graham III, nacido en 1952 tiene como uno de sus atributos más notables ser hijo de su padre. Billy Graham fue un pastor que fue consejero de al menos cinco presidentes, Dwight Eisenhower, Lyndon Johnson, Richard Nixon, Ronald Reagan y George Bush (padre).

Su nombre figura en séptimo lugar en la lista de Gallup de gente admirada en el siglo XX y es considerado uno de los líderes religiosos más carismáticos de su época. Se trata de un evangelista que hoy tiene 90 años y que le dejó el negocio a su hijo después de romper el récord de conversiones durante la segunda mitad del siglo XX.

Las campañas de evangelización de este bautista estadounidense lo llevaron más allá de la frontera nacional, incluso hasta la Unión Soviética en los años 80. También llegó a países como Japón y Taiwan, donde realizó sus megaconferencias, llenando estadios y llamando a la gente a convertirse al cristianismo.

Su imagen de moralizador religioso quedó manchada cuando se divulgaron grabaciones realizadas por Richard Nixon en las que figuran algunas de sus conversaciones con Graham. En una de ellas aparece realizando declaraciones antisemitas que él se encargó de amortiguar diciendo que no recordaba haber dicho esas palabras. Más adelante, otras grabaciones reveladas mostraron a Graham recomendando bombardear Vietnam, algo al menos impropio para un predicador del amor a Dios. Varias de las grabaciones pueden encontrarse en youtube.

Franklin y George W. Bush

Así como su padre fue importante para varios presidentes estadounidenses, Franklin no se quedó atrás y fue quien realizó la oración de apertura en el acto de asunción de George W. Bush, en enero de 2001. También se encargó de sostener un encendido discurso antimusulmán después del 11 de setiembre y muchos sostienen que influyó sobre -o al menos respaldó- las decisiones de Bush respecto a la invasión a Irak. Graham niega estas versiones, pero reconoció al diario El Observador que habló con Bush sobre el sida y la situación en Sudán.

A propósito del sida, en una entrevista de hace tres años con la revista Time dijo que estaba de acuerdo con que en una pareja donde uno de los dos es portador utilicen el preservativo como forma de evitar el contagio, pero se negó a aceptar el uso del preservativo “como forma de estar seguro llevando un estilo de vida pecaminoso”.

Franklin y Nin

Antes de comenzar con sus festivales en el estadio Charrúa (jueves, viernes y sábado, con entrada gratuita, apoyo de cientos de congregaciones evangélicas locales y varios artistas que lo anteceden en escena), Franklin Graham le regaló una Biblia al vicepresidente Rodolfo Nin Novoa.

Consultado por la web Sociedad Uruguaya, el coordinador nacional del Festival de Esperanza, el pastor Alejandro Fernández indicó que el primer objetivo fue “llegar a las autoridades con el mensaje del evangelio, pero también presentarse como un embajador del Reino”. Según explicó, “Franklin tiene por costumbre visitar a las autoridades tanto de la nación como de la ciudad que visita porque anhelamos llevar hasta el último rincón el mensaje del evangelio, y muchas veces no tenemos la oportunidad”.

Franklin y los musulmanes

Uno de los costados más polémicos de Graham es su fuerte prédica antimusulmana después de los atentados del 11 de setiembre. En alguna ocasión sostuvo: "no atacamos al Islam sino el Islam nos ha atacado. El Dios del Islam no es el mismo Dios. No es el hijo del Dios de la fe Cristiana o Judeo-Cristiana. Es un Dios diferente, y creo que es una religión muy mala y perversa". También ha dicho: "creo que es mi responsabilidad alzarme contra los terribles actos cometidos como resultado de las enseñanzas islámicas".

Consultado sobre este punto por el diario El Observador, Graham respondió: “No creo que la religión islámica enseñe la verdad, pero amo a los musulmanes, no les deseo nada malo”.

Sus críticos

Es costumbre de los presidentes estadounidenses tener consejeros religiosos cercanos. El propio Barak Obama tiene varias figuras que lo rodean y que aparecen como asesores privados del presidente. Graham fue probablemente uno de los religiosos más cercanos a George W. Bush, que en algunos momentos claves de su administración tuvo un tono fuertemente religioso en las argumentaciones públicas de determinadas decisiones, sobre todo las declaraciones de guerra.

Algunos lo acusan de utilizar su organización de ayuda humanitaria Samaritan's Purse (La Bolsa del Samaritano) para cambiar ayuda a gente necesitada por conversiones.

Otros dicen que de joven era fanático de las armas automáticas (que incluso llegó a cortar un árbol a tiros cerca de su casa en las montañas de Carolina del Norte) y que los bautistas sureños -confesión a la que pertenece Graham- se caracterizaron más por boicotear que por apoyar a Martin Luther King.