En un discurso de más de dos horas que continuará el viernes, Fujimori ejerció su autodefensa en el último trámite de un juicio que lleva 15 meses, y por el que pasó un centenar de testigos. Se espera que la sentencia se firme después de Semana de Turismo.
El ex presidente peruano entre 1990 y 2000 se declaró inocente una vez más, como durante todo el juicio e hizo un balance de lo realizado en política antiterrorista. También se refirió a la recuperación de las prisiones, la intervención en las universidades y la participación de la población en la lucha.
"Tuve que gobernar desde el infierno, ningún presidente recibió un país peor", señaló al inicio y agregó que "transcurridos los años puedo decir con convicción que mi estrategia de pacificación fue la correcta". Sin embargo, Fujimori apenas mencionó las matanzas de Barrios Altos y la universidad La Cantuta, por las que es juzgado y en las que murieron 25 personas.
Según consignó el diario El País, el ex mandatario se preguntó cómo podría concebirse que la matanza de Barrios Altos, apenas a 500 metros de palacio de Gobierno, pudiera formar parte de su política. “No tiene ninguna lógica", se respondió.
También habló del crimen que perpetró el grupo Colina, destacamento clandestino del ejército al que se atribuyen las matanzas, el 18 de julio de 1992, contra nueve estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta. Dijo que "como hombre universitario, me dolió en el alma que un grupo de militares causara un daño irreparable a miembros de la comunidad universitaria". Fujimori no habló del otro delito que se le imputa, el secuestro del empresario Samuel Dyer y el periodista Gustavo Gorriti, en 1992. Tampoco responsabilizó de los actos a su asesor Vladimiro Montesinos.
El ex presidente alegó que la fiscalía no ha presentado pruebas firmes que demuestren que él ordenó, conoció o encubrió las actividades del grupo Colina. Para la fiscalía, que pide 30 años de prisión, están plenamente demostrados el conocimiento y la participación de Fujimori en los hechos. Una de las pruebas es una felicitación presidencial a los militares que participaron en las matanzas.
Fujimori pareció más preocupado por cómo lo recordará la historia que por el presente. "Cuando Perú esté depurado de pasiones, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos estudiarán los sucesos. Y concluyó: "¿Qué nombre leerán cuando estudien el capítulo de la paz?".