La estrella argentina y su padre, Jorge Horacio Messi, son acusados de tres delitos contra la hacienda pública por haber defraudado presuntamente más de cuatro millones de euros en sus declaraciones de IRPF de 2007, 2008 y 2009.
Según informa El Mundo, la fiscal Raquel Amado considera que Messi "con la finalidad de burlar esa obligada tributación" presuntamente ocultó a Hacienda estos ingresos simulando la cesión de los derechos de imagen a "sociedades puramente instrumentales radicadas en paraísos fiscales" como Belice o Uruguay. Además, de forma complementaria formalizó "contratos de licencia, agencia o prestación de servicios entre aquellas sociedades y otras instrumentales domiciliadas en jurisdicciones de conveniencia" como Reino Unido o Suiza.
De este modo, los ingresos del futbolista transitaban presuntamente desde estos países europeos hasta las sociedades ubicadas en los paraísos fiscales eludiendo buena parte de la tributación "con total opacidad" frente a la Hacienda Pública española.