El pontífice se encuentra "profundamente afectado" por el reciente naufragio de una embarcación con inmigrantes africanos, añadió la fuente.
El papa va a "rezar por los que perdieron la vida en el mar, va a visitar a los sobrevivientes y refugiados y a dar aliento a los habitantes de la isla", y a la que llegan cada año miles de inmigrantes clandestinos provenientes de África, según el Vaticano.
Francisco, particularmente sensible al tema por ser descendiente de italianos que emigraron a Argentina a finales del siglo XIX, quiere que la visita "se desarrolle en forma discreta", explicó el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.
El papa argentino partirá en avión en las horas de la mañana y regresará el mismo día a Roma tras haber visitado la pequeña isla en medio del Mediterráneo y realizado un breve recorrido en mar para arrojar una corona de flores en homenaje a los miles de inmigrantes que han perdido la vida a lo largo del último decenio intentando de llegar a las costas italianas.
Según el programa divulgado por la iglesia local, el papa llegará a bordo de la embarcación a Punta Favarolo, donde suelen desembarcar los inmigrantes ilegales, y ofrecerá una misa en el campo deportivo de la isla.
"Es una visita pastoral privada a la comunidad de Lampedusa y Linosa", precisó por su parte el arzobispo de Agrigento, Francesco Montenegro, por lo que el papa no estará acompañado por autoridades ni representantes de la iglesia italiana.
"Se trata de un hecho histórico al que nos tenemos que preparar espiritualmente e intensamente", reconoció Montenegro. El papa quiere "hacer un llamamiento a la responsabilidad de todos, para que se ocupen de estos hermanos y hermanas en extrema necesidad", explicó Lombardi.
Lampedusa, situada a menos de 100 kilómetros de las costas del norte de África, es el puerto de entrada a Europa de cientos de indocumentados provenientes sobre todo de Libia, Túnez, Egipto.
Durante los seis primeros meses del 2013, cerca de 8.000 emigrantes (7.913) desembarcaron en las costas italianas, el doble del año pasado durante el mismo lapso de tiempo.
La mayoría llegó a Lampedusa, 3.648 personas, tres veces más que en el 2012.
La muerte a mediados de junio en el Canal de Sicilia de siete emigrantes que se aferraban desesperadamente a las redes de un atunero tunecino después de que la tripulación cortó las cuerdas de las redes al descubrirlos, generó indignación en la península.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), cientos de personas mueren ahogadas cada año durante la travesía del Mediterráneo.
"Para mí la visita del Papa a Lampedusa tiene un significado muy importante. Devuelve dignidad a esas personas que no han podido tener una sepultura digna y a esas familias que no han podido llorar a sus seres queridos. Agradezco al Papa por ese viaje", declaró Laura Boldrini, presidente de la Cámara de Diputados italiana y exportavoz del ACNUR.
La llegada del verano junto con las buenas condiciones climáticas favorece el éxodo de los indocumentados que esperan mejorar la propia condición económica y encontrar un trabajo pese a la recesión que afecta a buena parte de Europa.
Desde el comienzo de los alzamientos populares de la llamada 'primavera árabe', que empezó en enero de 2011 en Túnez y afecta también a países como Libia y Egipto, decenas de miles de inmigrantes clandestinos, en su mayoría de África subsahariana, han desembarcado en las costas italianas.