Si bien el presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó que su país estableció la responsabilidad del gobierno sirio en el presunto ataque con armas químicas del 21 de agosto en Damasco, el mandatario declaró que aún no ha tomado una decisión sobre un eventual ataque a Siria.
A la espera de una decisión, el Reino Unido desplegó seis aviones militares Typhoon en una de sus bases en Chipre, a un centenar de kilómetros de las costas sirias, mientras Estados Unidos envió al Mediterráneo cuatro buques equipados con docenas de misiles Tomahawk.
Por su parte, Rusia, país aliado del presidente sirio, Bashar al Asad, y contrario a una intervención en Siria, anunció también el envío de un buque antisubmarino y un barco lanzamisiles al Mediterráneo.
Después de haber hablado de una acción inminente contra Siria, varios países occidentales, entre ellos Gran Bretaña, anunciaron que no procederán a una acción militar en Siria antes de conocer los resultados de la investigación que los expertos de la ONU efectúan en el terreno sobre el presunto ataque con armas químicas que dejó centenares de muertos según la oposición.
Los expertos de la ONU comenzaron el jueves su tercera jornada de trabajo en Siria dirigiéndose a uno de los sitios afectados, según un fotógrafo de la AFP.
"Continuarán con su investigación hasta mañana viernes, se irán de Siria el sábado por la mañana y me harán su informe en cuanto se hayan ido", declaró el secretario general de las Naciones, Ban Ki-moon, en Viena.
El miércoles, los expertos sacaron muestras de sangre, orina y cabellos de las víctimas del presunto ataque químico en la Ghuta oriental y occidental.
Medidas de seguridad reforzadas en Damasco
Por su parte, el presidente sirio declaró este jueves que "Siria se defenderá contra cualquier agresión".
Acusado por Londres, Washington y París de estar detrás del ataque del 21 de agosto, el régimen sirio niega haber usado armas químicas contra su pueblo y acusa a los rebeldes, apoyados por los países occidentales y Turquía, de haber utilizado gases tóxicos contra las tropas del régimen.
Mientras tanto, la capital siria se preparaba progresivamente para una confrontación contra los países occidentales, con inspecciones más estrictas en los puestos de control y medidas de seguridad reforzadas.
En los últimos días, Estados Unidos levantó el tono contra el régimen sirio y una intervención armada parecía inminente. Sin embargo, Obama aseguró el miércoles que aún no ha tomado una decisión sobre un ataque, aunque descartó un "compromiso militar directo" de Estados Unidos en ese país.
Divisiones internacionales
Obama hizo estas declaraciones después de una reunión de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU que, como era de esperar, no alcanzaron un acuerdo sobre una propuesta de resolución británica que justificaba una intervención en Siria.
La división en el Consejo entre Rusia y China por un lado, y Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia por otro, refleja fielmente las posiciones de cada uno sobre el conflicto que provocó más de 100.000 muertos y empujó a millones de sirios a abandonar el país desde marzo de 2011.
En París, el presidente francés, François Hollande, afirmó el jueves que la comunidad internacional debe detener la escalada de violencia en Siria.
"Debe hacerse todo lo posible para llegar a una solución política, pero ésta sólo se alcanzará si (...) la comunidad internacional es capaz de imponer el cese de la escalada de violencia, que queda ilustrada con la matanza química" de la semana pasada, declaró Hollande tras recibir en el palacio presidencial al jefe de la opositora Coalición Nacional Siria, Ahmad al Asi al Jarba.
En el campo opuesto, el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Guennadi Gatilov, dijo que los proyectos occidentales de intervención en Siria son un "desafío" a los principios de la Carta de la de la ONU y estimó que en el estado actual de la situación es necesario "dejar que los expertos de la ONU realicen su investigación".
En una entrevista, el papa Francisco y el rey de Jordania insistieron en que "la vía del diálogo y de la negociación entre los componentes de la sociedad siria, con el apoyo de la comunidad internacional, es la única opción para poner fin al conflicto", indicó un comunicado del Vaticano.