Hace 40 años, tras el golpe de Estado contra Salvador Allende el 11 de setiembre de 1973, el régimen usó el Estadio Nacional de Santiago para detener a sus opositores. Fueron 12.000 personas a las que se les violó los derechos humanos más elementales.
Incluso el estadio tiene en una de sus esquinas un memorial que recuerda aquel hecho.
En medio de la disputa de la fecha de las Eliminatorias que arranca este viernes, en el Estadio Nacional de Santiago juegan Chile y Venezuela. Amnistía Internacional lanzó una campaña para convocar a los jugadores trasandinos a que no griten el primer gol en recuerdo de aquel oprobio.
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