La jueza resolvió que otras 18 personas detenidas fueran dejadas en libertad.
Según el dictamen de la fiscal especializada en crimen organizado, Mónica Ferrero, la investigación -que comenzó hace al menos tres años- arrojó indicios de la existencia de una organización criminal dedicada al tráfico de ciudadanos chinos.
Las últimas víctimas de esta red -H.Y. (de 18 años), W.C. (26), W.Q. (22), L.Y. (23), L.Z. (63) y L. A. (44)- iban a ser ingresadas clandestinamente a Argentina a última hora del martes en un automóvil conducido por un argentino de 52 años.
El argentino confesó que recogió a los ciudadanos chinos en un hotel de Salto (noroeste de Uruguay), a pedido de H.D., otro chino identificado como el jefe de la organización.
El conductor argentino reconoció que hace un año y medio que traslada a chinos a su país desde Uruguay, periodo durante el que ha hecho un promedio de siete a ocho viajes por los cuales recibió desde 500 a 1.500 dólares por vehículo utilizado.
Según la investigación, el primer traslado ilícito de ciudadanos chinos de esta red ocurrió en agosto de 2010, cuando autoridades argentinas no admitieron la entrada de seis ciudadanos chinos que ingresaron en forma ilegal tras cruzar el limítrofe río Uruguay en una pequeña embarcación procedentes del país vecino.
Los ciudadanos chinos ingresaban al país por Montevideo pero también desde Santa Ana do Livramento, en la frontera con Brasil, y eran cruzados a Argentina a través del río Uruguay, generalmente por la noche.
En diciembre pasado, la policía desbarató otra red que traficaba personas de origen chino hacia Argentina a través del río Uruguay.
AFP
