A las 10H00 locales (07H00 GMT), los peatones se inmovilizaron durante dos minutos y los automovilistas bajaron de sus vehículos.
La principal ceremonia del Día del Holocausto tendrá lugar en el memorial Yad Vashem de Jerusalén. En el parlamento y las escuelas se leerán los nombres de las víctimas.
La conmemoración fue marcada este año por la diatriba de Ahmanidejad contra Israel al inaugurarse el lunes en Ginebra la Conferencia sobre el Racismo, llamada "Durban II", en la cual el estado hebreo decidió no participar.
Ahmadinejad, cuyo país desarrolla un polémico programa nuclear, amenazó en el pasado con "borrar del mapa a Israel", y considera que el Holocausto es "un mito".
El lunes, acusó a los occidentales de "haber enviado emigrantes de Europa, Estados Unidos y del mundo del Holocausto para establecer un gobierno racista en Palestina ocupada".
Además, acusó a Israel de haber privado "de tierras a una nación entera con el pretexto del sufrimiento judío".
La prensa israelí denunció unánimemente "el odio" de Ahmadinejad y citó al primer ministro Benjamin Netanyahu, quien proclamó: "No permitiremos que quienes niegan el Holocausto cometan un segundo".
El presidente israelí Shimon Peres consideró que la conferencia "avaló al racismo en lugar de combatirlo". También denunció "a quienes atacan al único país en el mundo creado para servir de refugio a los supervivientes del Holocausto, el único país que impedirá otro (Holocausto)".
El viceprimer ministro israelí, Silvan Shalom, comparó al actual régimen iraní con la Alemania de Hitler, antes de iniciarse una ceremonia por las víctimas del Holocausto en el ex campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau (Polonia).
"Lo que Irán trata de hacer actualmente no dista mucho de lo que Hitler le hizo al pueblo judío hace 65 años", dijo Shalom.
Shalom declaró además a la radio pública que el programa nuclear de Irán no sólo constituye una amenaza "para Israel, sino para el mundo".
"Con sus misiles de largo alcance, Irán puede atacar a Londres, París, Berlín, Roma y el sur de Rusia", advirtió.
Además de Israel, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Italia, Holanda, Australia, Nueva Zelanda y Polonia se negaron a participar en la Conferencia sobre el Racismo de Ginebra por miedo a declaraciones contra Israel del presidente iraní.
Durante el discurso de Ahmadinejad, los 23 embajadores de la Unión Europea (UE) presentes abandonaron la sala en señal de protesta.
La República Checa, que actualmente ocupa la presidencia rotativa de la UE y es un aliado tradicional de Israel, decidió retirarse definitivamente de esta conferencia.
Israel llamó a consultas a su embajador en Suiza para protestar contra la recepción ofrecida por el presidente suizo Hans-Rudolf Merz a Ahmadinejad y criticó la reunión del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, con este último.