Se han certificado 20 fallecimientos por el virus y se analizan otras 48 muertes con características similares en México, afirmó el viernes el ministro de Salud, José Ángel Córdova, en declaraciones a la cadena Televisa. De las 20 muertes confirmadas, 13 han ocurrido en Ciudad de México, cuatro en el estado de San Luis Potosí (centro), dos en Baja California (noroeste) y una en Oaxaca (sureste).
Además hay otras 1.004 personas contagiadas sólo en la capital y su área metropolitana, donde viven 20 millones de personas. Pero se trata de "una epidemia, no de una pandemia", recalcó Córdova.
En contra de lo que se había anunciado, finalmente la población no será vacunada para prevenir el contagio porque no hay ningún medicamento "que brinde protección, al tratarse de un virus diferente". Sin embargo, el gobierno asegura que cuenta con un millón de dosis de un antiviral específico que ya se está aplicando a los enfermos.
El gobierno "ha tomado y seguirá tomando todas las medidas pertinentes, y decretará las medidas de urgencia o prevención que sean necesarias", declaró el presidente Felipe Calderón, quien se mostró confiado en superar la epidemia.
En la Ciudad de México y alrededores se suspendieron el viernes todas las clases -posiblemente también durante toda la próxima semana, según Córdova- y se cerraron museos y teatros. También se decretó que los dos partidos de la liga mexicana de fútbol del domingo en Ciudad de México se disputen sin público y se anularon centenares de eventos.
El gobierno aconseja a la ciudadanía que no utilice el transporte público ni acuda a lugares concurridos, especialmente cerrados, aunque en la noche del viernes muchos jóvenes mexicanos hicieron oídos sordos a las advertencias. En La Condesa, uno de los barrios con mayor ambiente nocturno de la capital, bares y restaurantes contaban con la mitad de sus clientes, aseguraron trabajadores de locales a la AFP.
Las autoridades capitalinas aseguran que estos establecimientos son los más propicios para las infecciones teniendo en cuenta, además, que las edades de los fallecidos fluctúan entre los 20 y los 40 años, como la de la mayoría de los clientes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice estar "muy preocupada" ante la epidemia y sospecha que puede haber causado la muerte de unas 60 personas en México.
En Estados Unidos la gripe porcina no ha provocado víctimas mortales pero ha infectado a ocho personas, de las cuáles sólo una está hospitalizada.
Ante esta alerta, otros siete países americanos -Nicaragua, Perú, Chile, Costa Rica, Brasil, Canadá y Colombia- adoptaron el viernes medidas de prevención para evitar el ingreso de la epidemia a sus territorios, entre ellas la vigilancia estricta de cargas, equipajes y seguimiento de casos sospechosos en aeropuertos, pasos fronterizos y puertos.
En Europa, España recomendó prudencia antes de viajar a México y aconsejó a quienes tienen previsto hacerlo que se informen previamente sobre la evolución de la epidemia. Por su parte, el ministerio de Agricultura de Francia informó a los consumidores franceses que su país no importa carne porcina de México, y puso a disposición de los franceses que viven en ese país y de quienes tienen intenciones de viajar un centro para atender consultas.
En el aeropuerto de la Ciudad de México se han desplegado brigadas médicas, se realiza a todos los viajeros cuestionarios sobre su estado de salud en el momento de subir o descender de un avión, y ante cualquier síntoma de gripe se les exhorta a recibir atención médica y a no viajar.
Según el ministro mexicano de Salud, el mal se generó por un nuevo virus "de la influenza porcina que en 1976 y 1988 dio algunos casos aislados en Estados Unidos" y probablemente provino de Europa o de Asia. Desde alguna de estas zonas del mundo el virus "mutó y fue transportado por un individuo y después empezó a reproducirse", explicó Córdova.
La gripe porcina, un virus gripal de tipo A, puede expandirse de manera muy rápida.