Tras la carta publicada por la hija de Woody Allen en la que lo acusa de haber abusado sexualmente de ella cuando tenía siete años, fueron muchos los que salieron a apoyar la versión tanto en redes sociales como en los distintos medios; pero hay quienes consideran que la historia no es tan así.
El director y productor de cine Robert B. Weide, publicó una nota en The Daily Beast, en la que enumera una serie de verdades que deben conocerse antes de seguir la corriente de las acusaciones. “No tan rápido”, titula en relación a las denuncias hacia Allen.
“Como cualquier persona con acceso a una computadora sabe, Woody Allen se ha puesto en la picota en los últimos tiempos a través de Internet , por acusaciones de haber abusado sexualmente hace 21 años , de la hija de él y Mia Farrow, adoptada en 1985”, informa Weide.
Weide estuvo en contacto con el acusado al trabajar como productor y director en “Woody Allen: A Documentary” y como supervisor del clip que salió en los Globos de Oro, cuando Allen recibió el premio Cecil B. DeMille por su trayectoria artística.
A la mañana siguiente Twitter estaba lleno de comentarios por parte de Mia Farrow y su hijo Ronan vinculados con la relación entre Soon-Yi y Woody Allen. “Los comentarios más benevolentes sugirieron como que Woody debería pudrirse en la cárcel. Otros pedían la cabeza”, cuenta Wide.
Pero cuando Weide tomó contacto con Woody y le mencionó el tema, asegura que “fue vagamente consciente de que Mia y Ronan le habían hablado mal, pero no estaba seguro de qué era Twitter”, ya no que utiliza las redes sociales y no acostumbra responder públicamente estas cosas. Agrega que “si hubiera sabido, no habría importado. Las acusaciones de Mia eran viejos negocios”.
“A medida que avanzaba el día, parecía que la falta de información en internet fuera creciendo exponencialmente. Los bloggers y expertos se preguntaban: ¿Es posible separar el arte del artista? o ¿Está Estados Unidos preparado para perdonar a Woody Allen? ", continúa el relato.
“Su silencio ha creado un vacío que todo el mundo con un teclado iba a llenar con cualquier cosa que ellos creían o pensaban que creían o escuchado de alguien que escuchó de alguien”, expresa Weide y comienza a enumerar sus aportes al tema.
Weide asegura que Soon-Yi no es la hija, ni hijastra de Woody Allen sino la hija adoptiva de Mia Farrow y André Previn. Además, menciona que Woody y Mia no estaban casados ni vivían juntos por lo que no era la figura paterna de la joven y que la relación entre ellos comenzó cuando Soon-Yi ya era mayor de edad.
“Es comprensible que Mia estuviera furiosa con Woody para el resto de su vida. Si yo estuviera en la posición de Mia, estoy seguro de que me sentiría de la misma manera. (Aunque me gustaría probablemente manejarlo como un asunto privado y no twitteando sobre que él era un pedófilo, justo antes de twittear: omfg miren este bebé panda)”, detalla Weide.
Respecto a las acusaciones de haber abusado sexualmente de Dylan, el director dice que no hay pruebas que confirmen que así fue y que, además, en el juicio por la custodia de la niña jamás fue acusado de tal crimen.
“Usted puede pensar lo que quiera, pero si el cuento de Mia es cierto , significa que en medio de las negociaciones de custodia, en las que Woody tenía que estar en su mejor comportamiento, en una casa que pertenecía a su furiosa ex novia, y llena de gente en plena ebullición enojada con él, Woody, quien es un claustrofóbico conocido, decidió que este sería el momento ideal y un lugar para llevar a su hija en un ático y abusar de ella, rápidamente, antes de que una casa llena de niños y niñeras notara que ambos estaban desaparecidos”, ironiza Weide.