El recorte era esperado, en momentos en que el mercado reclama del gobierno señales de control del gasto público y mayor solidez fiscal.
El recorte servirá al gobierno para alcanzar una meta de superávit fiscal primario (ahorro del gasto público previo a pagar intereses de la deuda) para este año de 1,9% del PIB, la misma que la lograda el año pasado.
En 2012, el superávit alcanzó 2,39% del PIB, y un año atrás había sido de 3,11%. El ministro de Hacienda, Guido Mantega justificó que "en períodos de crisis es más difícil obtener resultados primarios mayores".
El documento presupuestario prevé crecimiento de la economía brasileña de 2,5% para este año, contra 3,8% esperado anteriormente. Inicialmente, la primera previsión había estimado un incremento del PIB de 4,5%.
El ministro Mantega informó que el objetivo de la medida "es la consolidación fiscal, que contribuirá a reducir la inflación y hacer viable un crecimiento sostenido del país. Los instrumentos que usamos son, contención de gastos, ampliación de las inversiones, y mantenimiento de los programas sociales" que no serán afectados por los recortes, según el gobierno.
Mantega atribuyó la reducción de la previsión del PIB a una recuperación "lenta" de la economía internacional y a las turbulencias y volatilidad que ha afectado especialmente a los países emergentes, tras la nueva política estadounidense de retirada gradual de los estímulos monetarios a su economía.
Brasil ha enfrentado tres años consecutivos de crecimiento moderado de su economía: 2,7% en 2011, 1% en 2012 y en torno a 2% el año pasado, según las estimaciones.
De acuerdo con la consulta semanal del Banco Central, los operadores y analistas del mercado esperan un crecimiento económico menor que el gobierno este año, de 1,79%.
El ministro presentó también un gigantesco plan de inversiones en infraestructuras, del sector privado y público, previsto para este año, en que Brasil recibirá la Copa del Mundo, intenta poner al día sus carreteras, aeropuertos, puertos, vías férreas y sector petrolero, también en preparación de los Juegos Olímpicos de 2016. "La locomotora del crecimiento será la inversión", dijo.
Brasil enfrenta elecciones presidenciales este año, en las que la izquierdista Dilma Rousseff, de 66 años, es por ahora favorita a la reelección. Mantega aseguró que el recorte fue decidido "sin mirar" a las elecciones.