“He tomado la decisión de que no voy a volver a jugar. Venía de varios meses pensándolo y después del torneo que jugué en Tailandia me di cuenta de que no era un problema del saque, sino que me costaba competir, viajar. Estoy muy feliz con la decisión", dijo el argentino en una entrevista a radio Continental.
Coria expresó que la razón que lo llevó a tomar la determinación solo la sabe él y que la revelará cuando escriba su biografía. “Es un punto donde hago un click en mi carrera, pero lo voy a contar cuando saque un libro el dia de mañana. Es muy fuerte, yo creo que nadie lo sabe, y cuando lo diga muchos entenderán el porqué del bajón. Es algo difícil que me tocó vivir", confesó.
El ex tenista tuvo dos match points para ganar Roland Garros en 2004. Después de dos semanas de alto nivel en su juego definía con Gaudio el título en París, pero terminó perdiendo en un extenuante partido. Al final del choque, las lágrimas de Coria conmovieron a todos. A partir de ahí, ya no volvió a tener el nivel que lo llevó al tercer lugar del ranking mundial. A pesar de esto, Coria no incluyó entre sus explicaciones para el abandono, la final perdida con Gaudio, con quien además tiene pésima relación. “Muchos dicen que fue ese partido, pero no tuvo nada que ver. Obviamente que me afectó un poco porque siempre soñé ganar ese torneo, pero no fue el causante de lo que pasó después", dijo.
La crónica del diario Olé señala que los problemas de confianza comenzaron a fines del 2005. A partir de entonces, su saque fueron su talón de Aquiles y sus doble falta una constante en cada uno de sus partidos. Su excusa preferida era que no estaba bien preparado y que quería comenzar de cero.
Cambió de entrenador pero los problemas continuaron. El último torneo que jugó Coria fue en Bangkok donde perdió con el israelí Harel Levy.
En la entrevista dijo que no había tomado la decisión antes porque pensaba que su problema era el saque, pero cuando salió del partido con Levy “habiendo sacado bien, me di cuenta de que no pasaba por ahí", contó Coria.
"Ya en el 2005 venía con pocas ganas de competir, y después de tres años en los que las cosas no salían como quería, no sentía con tanta pasión. Había perdido las metas que ponía cuando arrancaba el año", dijo Coria y agregó que siente “que hice más de lo que podría haber logrado en el tenis".
