Trama de la subasta de Pluna: La entrevista al dueño de Cosmo

Audio. Antonio Álvarez dijo que Juan Carlos López Mena le debe 13 millones de dólares. Él era el dueño de la quebrada empresa española Cosmo, que se presentó y ganó la subasta de los aviones de Pluna. En entrevista con No toquen nada, contó que Hernán Antonio Calvo Sánchez le propuso que su empresa diera "la cara" en la subasta para después revender los aviones a BQB. Dijo que le avisó a López Mena que iba a hablar y que es sincero: "si me hubiese pago no hubiese salido".

Actualizado: 04 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Trama de la subasta de Pluna: La entrevista al dueño de Cosmo

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Álvarez, dueño de Cosmo, es un piloto de línea aérea de 44 años. Según contó, proviene de una familia económicamente fuerte, que tiene muchos negocios en España. Hace algunos años fundó Cosmo y dijo que comenzó con algo más de un millón de dólares y llegó a tener un capital de ocho. Ahora la empresa se fundió, según Álvarez por culpa de este negocio fallido con los aviones de Pluna. En 2012, un conocido le avisó que Juan Carlos López Mena le quería comprar su empresa y le presentaron a Hernán Antonio Calvo Sánchez como representante de Buquebus. El negocio finalmente no se concretó, pero tiempo después le llegó la otra oferta para participar en la subasta de los siete aviones bombardier de la ex empresa Pluna. Esa subasta se realizó el 1 de octubre de 2012, luego de una primera fallida el 12 de setiembre. Hernán Calvo Sánchez levantó la mano y se llevó los aviones por 137 millones de dólares. En ese momento se presentó como Antonio Sánchez. El diario El País reveló esta semana un intercambio de mails entre Calvo Sánchez y Hernández. En ellos, Calvo reconoce que usó su segundo nombre y apellido para que no se dieran cuenta de su vínculo con Buquebus, porque había trabajado en la empresa; además, es el padrino del nieto de López Mena. Álvarez contó la oferta que le hizo Calvo Sánchez en España para participar del negocio de la subasta. "Me pongo yo por medio, doy la cara, y luego lo revendo al señor López Mena o Buquebus", dijo. Según Álvarez, el plan era de Juan Carlos López Mena. "La operación era: yo compro los aviones a 137 millones, y luego, la realidad es que yo (López Mena) te los voy a comprar por 60 o 70 millones, le damos 10 a Cosmo y ya está. El gobierno paga la parte que sea, se pone una medalla, porque negoció que los aviones se queden y el personal es necesario, porque BQB no tenía personal para poder volar. Pero eso no es lo que tenía López Mena en mente. Él sabía, a lo mejor por culpa mía, que esos aviones eran una ruina para Uruguay. Esos aviones eran nefastos para Uruguay. Te voy a explicar por qué: eran demasiado caros, con una reserva de mantenimiento altísima, negociados en condiciones malísimas", afirmó. Álvarez hasta hoy no conoce a López Mena, pero asegura que Hernán Calvo Sánchez actuó en su nombre (audio). Para poder participar de la subasta, se necesitaba un aval bancario. La empresa Cosmo lo recibió del BROU. Antonio Álvarez, quien era el dueño de Cosmo en el momento que se le dio el aval a la empresa, dijo que jamás presentó un solo papel al República. Incluso, el español dijo que le avisaron que contaban con el aval un domingo por la tarde. En marzo, la justicia uruguaya procesó a Calloia y también al ex ministro de Economía Fernando Lorenzo por el delito de abuso de funciones. Consideró que ejercieron una "activa e ilegi?tima participacio?n" en la concesio?n del aval de la empresa Cosmo para que esta participara en la subasta de los aviones de Pluna. Según el fallo judicial Calloia declaró que el aval se dio porque contaba con el respaldo del ministro Lorenzo y de un cliente "intachable" que lo tramitó: el empresario Juan Carlos López Mena. Calvo Sánchez ganó la subasta. Un rato después de convertirse en "el caballero de la derecha", como lo llamó el rematador Mario Stefanoli, llamó a Álvarez para decirle que en ese momento se estaba negociando la compra del boleto (el compromiso de compra que su Cosmo había asumido). Álvarez está convencido de que en el gobierno uruguayo tenían conocimiento de la operación. "El 85 o 90% es culpa de estos señores. Yo nombro por un lado a López Mena y por otro lado a alguien del gobierno, que no sé quién sería, pero tenía conocimiento de todo esto", afirmó. "Si me hubiese pago, no hubiese salido" López Mena le pagó 500 mil euros a Álvarez de los 13,7 millones de dólares que le prometió, según dijo el español. La plata fue recibida en noviembre de 2012. "Era una acuerdo de palabra, no lo puedo demostrar. Los 500 mil euros sí los puedo demostrar, está en mi transferencias", afirmó. También contó que le avisó antes de hablar a López Mena y dijo que no es un oportunista. Él quiere que le paguen el dinero que le prometieron porque quiere reflotar su empresa que se fundió por culpa de esta negocio. "Si me hubiese ayudado económicamente no hubiese salido, fíjate si soy sincero, si me hubiesen pago lo que acordaron no hubiese salido, hubiese desaparecido y nadie hubiese sabido nada. Me llamas oportunista, no lo consiento. Yo sería oportunista si me pagasen y saltase a la palestra. Pero si me pagasen y sacase mi empresa adelante, estaría siendo fiel a lo que se hizo en su momento (...) yo estoy muerto en vida, cuando una persona tiene los problemas que tengo yo, estás más muerto que vivo", expresó. Álvarez perdió los dos aviones que tenía Cosmo porque la empresa norteamericana que se los dio en leasing le planteó que si tenía dinero para comprar los bombardier, también tenía para pagar esa compra. "Me dijeron que si era millonario, entonces que pagué", dijo. Como Álvarez no pudo pagar, decidieron que no lo financiaban y se los quitaron. Fuentes judiciales dijeron a No toquen nada que se evalúa solicitar, a través de la justicia española, que Álvarez declare como testigo en España. "Que me cite quienquiera. Voy a declarar la verdad y lo que hay. No me he salido nunca de la verdad y no puedo hacerlo porque si no, no lo puedo demostrar. Digo que me deben 13 millones, pero no lo puedo demostrar por eso soy el primero en decirlo. Sí me pagaron 700 mil, pero ¿usted cree que yo me metí en este negocio por 700 mil dólares? Es irrisorio", aseguró.