Todo lo que Ud. quería saber del porno

“Como hacer el amor igual que una estrella del porno” es la biografía autorizada de Jenna Jameson, la máxima de las estrellas XXX de la industria cinematográfica. Con la ayuda de Neil Strauss (1), Jenna narra su vida y revela como pasó de ser una adicta promedio a la ridículamente rica máquina sexual que tantos hombres y mujeres desean.

Actualizado: 27 de mayo de 2009 —  Por: Miguel Ángel Dobrich

Todo lo que Ud. quería saber del porno

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“Es preciso que diga esto y lo escriba para sacármelo de encima. Siento una enorme inseguridad respecto a mi cuerpo. Creo que no está del todo bien… Odio que me vean desnuda. Me hace sentir incómoda. Lo superare algún día…¡Espero!”.

Eso escribía Jenna Marie Massoli, la impensable Jenna Jameson, a los 14 años en su diario.

Como hacer el amor igual que una estrella del porno compone, cual muñeca rusa, a una empresaria poderosa y segura que esconde, tras inestimables capas de maquillaje y siliconas, a una niña que perdió a su madre, a una adolescente poco llamativa y romántica, a una joven igualmente adicta a las drogas duras y a las relaciones destructivas.

Este libro no sólo contiene toneladas de anécdotas que horrorizarían (y excitarían en secreto) a una abuela promedio; es un álbum de fotos, un diario íntimo, una pieza trágica que no carece de humor, una serie –literalmente- de viñetas críticas y, por supuesto, una obra más que interesante para los estudiosos del cine porno y para quienes fantasean con desarrollarse en esta área del negocio fílmico.

Como hacer el amor igual que una estrella del porno es una de las tantas astillas de la mitología estadounidense: es la historia de una “self made woman”, de la primera actriz porno que se filtró en la cultura popular americana. Jenna ha conjugado sus dotes en Hollywood (Private Parts, Zombie Strippers!, Ali G, Aiii), la radio (The Howard Stern Show), la tv (Wild On!, Talk Soup, Family Guy, Jenna's American Sex Star), la industria del videojuego (Grand Theft Auto: Vice City) y la historieta (Jenna Jameson's Shadow Hunter).

Como despedida, las palabras de una de las deidades del XXX: “Aunque solo ver porno puede parecer degradante a algunas mujeres, el hecho es que se trata de uno de los pocos trabajos para mujeres en el que una puede adquirir un cierto estatus, mirar lo que hay alrededor y sentirse en verdad poderosa, no sólo en el entorno laboral, sino como un ser sexual”.

Y recuerdan niños: las actrices porno “bien” no consumen drogas.

(1) Autor de The Dirt, junto a Môtley Crûe y La larga huida del infierno, con Marilyn Manson. Strauss escribe columnas para el New York Times y la revista Rolling Stone.