Miguel Ángel Dobrich

No es otra película para niños

El hijo de Rambow: mucho más que una peli de amigos.

Actualizado: 06 de junio de 2009 —  Por: Miguel Ángel Dobrich

El hijo de Ranbow ubica a la audiencia en Inglaterra, en los 80, la década del VHS, la cinefilia berreta, la bebida cola Tab, V- Invasión extraterrestre y, dato que no es casual, Los Goonies, Gremlins y Los exploradores. Con esa info en mente, Garth Jennings y Nick Goldsmith, cabezas de la productora Hammer & Tongs (La guía del viajero intergaláctico), generan su segundo largometraje.

Lee Carter es un matón en escala, es el tantas veces explotado “nene malo” del colegio. Will Proudfoot es casi su opuesto; es un introspectivo preadolescente que dibuja y anima sus ilustraciones en secreto.

Una serie de hechos a obviar, por respeto al potencial espectador, reúne a estos personajes asimétricos -que carecen de figura paterna- en una misión lúdica: realizar una peli para un concurso de la BBC.

El plan de los muchachos es filmar El hijo de Rambow, una aventura que es consecuencia del éxtasis que les produce la primera entrega de la tetralogía Rambo.

Los obstáculos a superar por los protagonistas son varios: Lee debe raptar la cámara de su hermano y Will tiene que ingeniárselas para hacerse tiempo de rodaje, ya que pertenece a un colectivo religioso que condena preventivamente los medios masivos y las relaciones con personas ajenas al culto.

Esta obra recrea la picardía y la intensidad de la infancia; no es sólo un film de amigos, es un relato que, como buen rodaje de un rodaje, se permite reflexionar –por debajo de la alfombra- sobre la relación que existe entre la fantasía, los sueños y el cine.

El equipo que dirigió Coffee & TV (Blur), Spitting in the wind (Badly Drawn Boy) e Imitation of Life (REM) licúa cinefilia precoz, golpecillos bajos y The Cure, y para qué negarlo, el resultado es hermoso.

El hijo de Rambow ***

Aventura infantil para adultos. 96’, Reino Unido-Francia-Alemania, 2007.

Dirección Garth Jennings

Con Bill Milner, Will Poulter, Jules Sitruk, Jessica Stevenson, Neil Dudgeon

Extra

¿Aún no vio La guía del viajero intergaláctico? Es decir, la adaptación del clásico de Douglas Adams a 24 cuadros por segundo, ¿eh?

Los flirteos del cine con el espacio han dado, entre toda clase de aberraciones, obras de la talla de Solaris (Andrei Trakovski) y 2001: Una odisea en el Espacio (Stanley Kubrick), los masivos seis episodios de Star Wars, la franquicia masoca-terrorífica Alien y, por supuesto, Spaceballs (Mel Brooks) y Los Exploradores (Joe Dante).

La guía del viajero intergaláctico completa ese Top 15 (usted decidirá su ubicación). Esta aventura cósmica se activa cuando un alienígeno “invita” a un amigo inglés a escapar de la inminente demolición del planeta Tierra. Eso los lleva a recorrer el espacio –a la velocidad de lo improbable- junto al presidente de la Galaxia, un robot con depresión y Zooey Deschanel haciendo una excelente Zooey Deschanel llamada Trillian.

En el equipo de los chicos malos está John Malkovich presidiendo una secta religiosa y los mejores burócratas de la historia de la humanidad: los vogones, unos entes gigantes y poco agradables que recitan poesía como método de tortura.

¿Qué piensa una ballena cuando cae al vacío? ¿Por qué siempre hay que viajar con toallas? ¿Qué animal es más inteligente que los delfines y los hombres? “Guía” responde esto y mucho más, sin dejar de estimular la risa.

Guía del viajero intergaláctico***

Comedia fantástica. 104’, Reino Unido-EE.UU., 2005

Dirección Garth Jennings

Con Zooey Deschanel, Martin Freeman, Sam Rockwell



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