La industria del cine pornográfico mueve unos 12.000 millones de dólares al año y este hecho es el que, según el informe al que accedió Los Ángeles Times, bloquea cualquier intento de regulación y no da una respuesta clara sobre la importancia del uso del preservativo.
Los 16 casos de VIH nunca fueron investigados por las autoridades sanitarias del condado porque, la legislación vigente hasta 2006 impedía que se revelaran los nombres de personas con SIDA a las agencias gubernamentales.
La agencia Europa Press recoge el artículo del diario estadounidense en que se expresa que las autoridades ponen en el punto de mira a la Fundación de Salud Médica para la Industria de Adultos, que realiza pruebas para detectar enfermedades de transmisión sexual entre los actores y actrices porno. "Nunca cooperan con nosotros ni con nuestras investigaciones", afirmó Dean Fryer, portavoz del Departamento de Trabajo del estado de California.
"Uno esperaría que la fundación fuera un aliado fiel en nuestros esfuerzos para intentar prevenir que la enfermedad se propague", añadió, por su parte, el doctor Jonathan Fielding, director de Salud Pública del condado de Los Angeles.
Hace una semana la industria del cine para adultos paralizó los rodajes de sus películas para intentar evitar un contagio masivo de la enfermedad. Esto ocurrió después de que saltaran las alarmas ante la confirmación de que una actriz porno, cuya identidad no se ha revelado, dio positivo en las pruebas de VIH.
La actriz dio positivo en una prueba de VIH realizada el pasado 4 de junio y un día después, por motivos que se desconocen, continuó con el rodaje de una película. Un segundo test dio positivo el día 6 y ahora está a la espera de una última prueba. Desde el 4 de junio, la actriz mantuvo relaciones sexuales con dos personas, un compañero de película que fue puesto en cuarentena y con su novio. Según informa Los Ángeles Times, estas dos personas habrían tenido sexo con otras seis a las que ya se notificó y se les pidió que se realizaran las pruebas.
California es considerada las meca de la industria del porno mundial y allí tienen su sede unas 200 productoras de cine para adultos en las que trabajan más de 1.000 actores y actrices.
