Esta declaración del Gobierno somalí tiene lugar después de que los insurgentes islamistas intensificaran en los últimos días su ofensiva lanzada el 7 de mayo contra el gobierno del presidente del país, Cheij Sharif Ahmed, un islamista moderado elegido a finales de enero.
"El Gobierno está debilitado por las fuerzas rebeldes. Pedimos a los países vecinos, o sea, Kenia, Yibuti, Etiopía y Yemen, que envíen tropas a Somalia en 24 horas", afirmó el presidente del Parlamento, Aden Mohamed Nur, a los periodistas. "En el marco de la Carta federal de transición (somalí), los países extranjeros deberían enviar tropas a Somalia", declaró Nur.
"Estamos en estado de emergencia en el país porque combatientes extranjeros de todas las partes del mundo están combatiendo al Gobierno", dijo. "Les puedo decir hoy que un comandante de (la red) Al Qaeda de origen paquistaní encabeza los combates en Mogadiscio; está basado en el barrio de Sanna, cerca del palacio presidencial", acusó.
"Necesitamos a los países vecinos para que protejan la existencia de Somalia", exhortó.
Los fuerzas progubernamentales llevan a cabo desde el 22 de mayo una contraofensiva que choca con una fiera oposición de los rebeldes. Los últimos tres días, tres altos responsables del Gobierno murieron en una serie de ataques, entre ellos el ministro de Seguridad Interior, Omar Hashi Aden, asesinado el jueves en un espectacular atentado suicida en la ciudad de Beledweyne (300 kilómetros al norte de Mogadiscio) en el que murieron otras 19 personas y que fue reivindicado por el grupo de los islamistas radicales de los 'shebab'.
Una fuerza de paz de la Unión Africana (AMISOM), compuesta de soldados ugandeses y burundeses, está desplegada desde marzo de 2007 esencialmente en Mogadiscio, pero sufre una grave falta de efectivos. Es la única fuerza extranjera desplegada en Somalia.
Etiopía había intervenido a finales de 2006 y principios de 2007 en Somalia para apoyar al Gobierno somalí y expulsar a los islamistas del poder en Mogadiscio, con un mandato de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) y el apoyo de la UA, pero sus tropas se habían retirado de Somalia a finales de enero.
A principios de junio, Addis Abeba había reconocido que su ejército realizaba "misiones de reconocimiento" en territorio somalí.
Miles de habitantes de Mogadiscio huían este sábado, algunos de a pie, del distrito de Karan, al norte de la capital, teatro de violentos combates el viernes entre las fuerzas progubernamentales somalíes y los insurgentes islamistas.
Este es el desplazamiento de población fuera de Mogadiscio más importante desde la elección de Ahmed.
"Este es el peor momento de nuestra existencia. No necesito describir la situación en Karan, miren solamente en qué condiciones estoy huyendo", dijo Mohamed Ali Osman, de 23 años, que huyó de a pie con su niña de 18 meses en la espalda y una bolsa de harina de 20 kilos sobre la cabeza.
Los habitantes huían principalmente hacia la localidad de Afgoye (a unos 20 kilómetros al sur de Mogadiscio), en donde unos 400.000 desplazados ya se amontonan en precarias condiciones.
Desde el 7 de mayo, los combates dejaron unos 300 muertos (civiles y combatientes). Según la ONU se registraron más de 122.000 desplazados.