"El balance de la explosión del atentado suicida con camión bomba de ayer (sábado) en Taza es hoy de 72 mártires", afirmó el jefe de la policía de las afueras de Kirkuk, el general Sarhad Qadir. El balance de heridos se eleva a más de 200, según él.
Ibrahim Mohamed Jasem, un médico de la morgue de Kirkuk, confirmó estas cifras. "Es probable que el balance siga aumentando porque las operaciones de búsqueda aún no han terminado", insistió.
Un balance anterior daba cuenta de 64 muertos.
El atentado, que ocurrió en la pequeña localidad de Taza, a 30 kilómetros de Kirkuk, es uno de los más sangrientos desde hace año y medio en Irak. Según un representante de la policía de Kirkuk, el camión estaba estacionado a 400 metros de la mezquita Rasul en Taza, a 220 kilómetros al norte de Bagdad. Unas ochenta viviendas fueron destruidas y sus habitantes quedaron sepultados bajo los escombros.
Este atentado se produce a diez días de la retirada de las tropas estadounidenses de las ciudades y localidades iraquíes, en las que a partir de entonces el mantenimiento del orden será responsabilidad exclusiva del ejército y la policía iraquíes.
Se trata del ataque más sangriento desde el 29 de abril, cuando un triple atentado con coche bomba en varios mercados de Sadr City, en Bagdad, dejó 51 muertos.