Piloto del avión caído en Carmelo consumió alcohol y cocaína

El piloto del avión que se accidentó cerca de Carmelo en mayo de 2014 había consumido cocaína y alcohol en las 24 horas anteriores al vuelo. Esto afectó su juicio profesional y su capacidad para percibir peligros y evaluar riesgos.

Actualizado: 24 de marzo de 2015 —  Por: Emiliano Zecca

Piloto del avión caído en Carmelo consumió alcohol y cocaína

(AFP)

El informe del Instituto Técnico Forense (ITF) no pudo establecer si el consumo fue único o habitual. Tampoco si la última dosis de cocaína fue con alcohol, pero sí asegura que hubo consumo simultáneo de cocaína y alcohol.

"Lo arriba descripto pudo ser causa de los errores operacionales que produjeron el accidente", explica el informe de la Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes de Aviación (CIAIA).

"Los factores humanos y operacionales tuvieron una incidencia directa en el desarrollo del accidente, donde la complacencia y el exceso de confianza jugaron un rol importante, motivados a su vez por la ingesta de sustancias prohibidas antes del vuelo por parte del piloto al mando", agrega el informe.

Además, se agrega que el avión estaba en condiciones, con certificado vigente, emitido algunos meses antes del accidente. El piloto estaba habilitado y tenía experiencia para manejar ese avión.

El accidente

El viaje se realizó el 27 de mayo de 2014. Era un vuelo de San Fernando, Argentina a Carmelo, departamento de Colonia. Viajaron el piloto y ocho pasajeros. A los 18 minutos aproximadamente después de haber despegado, la aeronave impacta en aguas del Rio de la Plata. El piloto y cuatro pasajeros fallecieron. Los otros cuatro sufrieron lesiones graves.

En el informe se explica que el piloto, de 45 años, decidió despegar a pesar de que el aeródromo de destino no reunía las condiciones necesarias de visibilidad para operar debido a la presencia de niebla y baja visibilidad.

El avión quedó en el aire sin referencias del terreno, dice el informe. En ese momento el piloto debió regresar al aeródromo de salida o al alterno.

El piloto intentó aterrizar pero no encontró referencias del terreno.

“Si encuentro un hueco me mando y si no me vuelvo a San Fernando”, dijo en un momento.

En el segundo intento, se choca con la superficie del Rio de la Plata y se produce el accidente. Esto constituye una “operación negligente o temeraria”, según los manuales de vuelo.

Segundos antes del impacto, según un pasajero, el piloto desatendió los instrumentos de cabina, se quitó los auriculares y eso disminuyó la posibilidad de escuchar las alarma de seguridad con respecto a la proximidad al terreno.

Esta es una "desatención importante en una instancia crucial", según el informe. "Se supone que la atención del piloto, estaba centrada en 'ver' el terreno, para nivelar antes que en mantener una altitud de seguridad, lo que le pudo generar la falsa premisa de que habría un espacio entre la niebla y la superficie, lo cual no ocurría en el día del accidente, ya que la niebla estaba pegada a la superficie".

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