De León dijo que hay afluentes menores del Río Santa Lucía -como el arroyo Colorado- que están “sumamente contaminados porque son sectores de menor caudal y de mal uso”, como arroyos o cañadas chicas. La ministra anunció que se va a ampliar la zona buffer a esos sectores para lograr protegerlos también.
La medida 8 del Plan de acción para la protección de la cuenca del río Santa Lucía que se está ejecutando desde 2013, disponía la instauración de una “zona de amortiguación o buffer en la cuenca hidrográfica declarada ZONA A sin laboreo de la tierra y uso de agroquímicos, para la conservación y restitución del monte ribereño como forma de restablecer la condición hidromorfológica del río” y evitar el escurrimiento superficial con aporte de nutrientes y la erosión.
Una resolución del MVOTMA de febrero de este año estableció una zona de amortiguación en tramos de los ríos Santa Lucía, San José y Santa Lucía Chico de 50 a 80 metros a cada lado. Para los arroyos La Virgen, Canelón Grande, Canelón Chico, Casupá y El Soldado se estableció una zona de amortiguación de 25 a 40 metros. Y para los embalses Paso Severino, Canelón Grande y San Francisco, de 100 metros. Ahora el plan es extenderlo hacia los afluentes menores del río.
La ministra de Medio Ambiente también explicó que se está inspeccionando a los padrones que se presume que están en infracción. Dijo que el total de padrones que están sobre la cuenca del río Santa Lucía son 2.785 y que se los clasificación en una escala de rojo, amarillo y verde.
“De acuerdo al visualizador que tenemos -que se presume que puede tener hasta 30 o 40 metros de error-, hay unos 320 padrones que podrían estar seguramente incumpliendo y otros 340 en amarillo que están en un estadio dudoso”, agregó.
Los inspectores están pidiendo a los productores que respeten la distancia reglamentada para la siguiente zafra y presenten un informe de un ingeniero agrimensor que certifique la distancia entre el curso de agua y el padrón.