Pérez explicó que una vez cosechada -entre diciembre y enero-, la cebolla se conserva por varios meses para stockearla y tener grandes cantidades a precios accesibles.
“Este año no tuvieron buena conservación las cebollas, muchas se pudrieron. En diciembre hubo grandes lluvias. La cebolla precisa altas temperaturas y que esté seco porque es cuando se cierra el cuello, no tiene que haber humedades excesivas ni agua y en ese momento estaba lloviendo. Si queda algún resto de humedad, la cebolla empieza a pudrirse adentro. Quizás les ha pasado de comprar cebollas que están marrones y tienen pudriciones en las catáfilas internas. Eso le ocurrió a la mayoría de la producción en nuestro país”, explicó Pérez en No toquen nada.
Dijo que también hubo problemas de conservación en Argentina y Brasil, “un gran demandador de este producto”, por lo que “absorbieron todo lo que había de Chile, Argentina y los precios en la región estuvieron caros”.
Indicó que debido a esto se tuvo que recurrir a la importación desde Europa, ya que la cebolla es la tercera hortaliza más comercializada en nuestro país, luego de la papa y el tomate. Se compraron cebollas de España e Italia, aunque también hubo alguna partida proveniente de China.
Consultado hasta cuándo se mantendrán estos precios, indicó que “irán evolucionando a la baja” y se espera que para setiembre se empiecen a ofertar las primeras cebollas nacionales, que son “tempranas, secas, con poca catáfila y consistencia”. Estas cebollas “se venden más rápido” ya que “no se stockean para comercializarla a lo largo de muchos meses”, a diferencia de las que se cosechan entre diciembre y enero.
Además, dijo que otro problema que ocasionó la suba de los precios fue que muchos productores no pudieron trasplantarlas a tiempo debido a la sequía. “Ahora que ha llovido, está muy difícil entrar a los campos a trasplantar la cebolla que se va a cosechar entre diciembre y enero, pero creo que el productor siempre espera o fuerza las condiciones e igualmente lo va a hacer”, agregó.
El consumo de la cebolla “ha aumentado en los últimos años, fundamentalmente está presente en todas las comidas y esto está haciendo que sea un elemento indispensable”, dijo Pérez y agregó que “aunque los precios se incrementen a estos valores siderales récord, igualmente se sigue demandando por parte de la población”.